Los archivos ejecutables

Ya sea que tengamos mayor o menor experiencia utilizando una computadora, a esta altura de la masificación que ha logrado la informática todos sabemos que dentro de una PC vamos a encontrar una serie de carpetas y archivos. Al mismo tiempo, es algo sabido por todos que estos archivos tienen distinto formato, dependiendo de su conformación, estructura y función.

Básicamente un archivo de computadora consiste en la forma que toma dentro del sistema un dato específico, el cual se almacena por ejemplo en el disco duro de la PC. Es por ello que cada vez que vamos a hacer algo en nuestro equipo por lo general utilizamos archivos de todo tipo, para escribir un texto, para escuchar una canción, para ver una fotografía e incluso para instalar un nuevo programa.

Los archivos de las computadoras suelen mostrarse con un nombre, que puede ser el que se le asigna por defecto o el que nosotros decidimos ponerle, un punto y una extensión. Es precisamente esa parte del nombre del archivo la que le indicará al sistema qué tipo de archivo es, con qué aplicación debe abrirse y cuál es su característica y función.

De esta manera, el sistema operativo utiliza la extensión del archivo para determinar qué es lo que debe hacer con él cuando nosotros pulsamos sobre el mismo para que se ejecute. Por lo general, la extensión de un archivo suele estar compuesta por un punto y hasta cuatro caracteres, y en algunos casos los usuarios no vemos dicha extensión, ya que permanece oculta a la simple visualización, como sucede por defecto en Windows.

En líneas generales, podemos decir que la extensión de un archivo funciona de manera similar a un acceso directo, ya que cuando pulsamos sobre dicho archivo, el sistema se encargará de forma automática de identificar su formato y abrir el programa adecuado para poder mostrar el archivo.

Debido a la extensión de los archivos de computadora, podemos decir que cada uno de los archivos es diferentes entre sí, claro que muchos de ellos comparten la misma extensión, es decir que se ejecutan con un programa específico. Precisamente dentro de la gran variedad de extensiones de archivos digitales existentes encontramos los llamados archivos ejecutables, cuya extensión es EXE.

A grandes rasgos podemos decir que un archivo ejecutable consiste básicamente en un archivo que se asociada a funciones relacionadas a la instalación de software y operaciones específicas en la PC. Por tal motivo, el archivo EXE se diferencia en su estructura de los archivos comunes, ya que el usuario no puede abrir y leer un archivo EXE de la manera que lo haría con cualquier otro tipo de archivos, y esto se debe a que los archivos ejecutables se encuentran compilados.

Cabe destacar además que al hablar de archivos ejecutables, lo cierto es que no es totalmente correcto llamarlos archivos EXE, ya que esa es un tipo de extensión que puede llegar a tener este tipo de archivos. En este punto es importante tener en cuenta que existen varios tipos de extensiones más relacionadas a archivos ejecutables, incluyendo BAT, BIN, APP, entre otras.

Asimismo, es importante mencionar que además de los archivos ejecutables tradicionales, existen aquellos autoejecutables, es decir en los cuales prácticamente no interviene el usuario, similar a lo que podríamos considerar la reproducción automática de archivos.

A continuación profundizamos sobre todos estos conceptos, para poder conocer más sobre los archivos ejecutables y sus alcances.

Índice de Contenidos
  1. Qué es un archivo ejecutable?
  2. Extensiones más comunes de ejecutables
    1. Función de los archivos ejecutables
    2. Cómo se ejecuta un archivo ejecutable
  3. Archivos autoejecutables
  4. Diferencia entre archivos ejecutables y archivos no ejecutables

Qué es un archivo ejecutable?

Como hemos mencionado, la extensión de un archivo, que es parte que compone su nombre completo, es un sufijo que se encuentra al final y que le indica al sistema operativo de la computadora, como así también al usuario, para qué sirve y con qué software debe ser abierto dicho archivo.

En este sentido, los archivos ejecutables son conocidos como aquellos archivos que ejecutan un programa, y por lo general la mayoría de los usuarios están familiarizados con la denominación de archivo EXE, ya que esta es la extensión de archivo ejecutable más popular y frecuente.

Bien sabemos que para abrir un archivo en la PC debemos pulsar sobre él con el mouse y de esta manera podemos ver su contenido, pero ahora bien, ¿qué es lo que sucede cuando pulsamos sobre un archivo ejecutable? Al llevar a cabo esta acción veremos que de manera automática se lleva a cabo una operación diferente, es decir que no se trata de un archivo que podamos ver como hacemos por ejemplo con un documento de texto, o visualizar como lo hacemos con una fotografía digital.

Al ejecutar un archivo ejecutable de forma automática se aplica una rutina incorporada, es decir se inicia un procedimiento que realiza diferentes funciones a través de un código específico, que le indica al sistema operativo cómo actuar con dicho archivo. Precisamente por ello, los archivos ejecutables son aquellos a través de los cuales es posible instalar y poner en marcha programas de software, como así también hacer que se lleven a cabo ciertas rutinas específicas.

Debido a sus características, principalmente porque se trata de archivos que están compilados por su creador, los archivos ejecutables en su mayoría no pueden ser editados por los usuarios, ya que en la mayoría de los casos son archivos para instalar o ejecutar programas de software, debido a lo cual suelen estar protegidos por las leyes de derechos de autor, salvo aquellos que pertenecen al mundo de OpenSource o de dominio público.

Un archivo ejecutable es aquel que podemos por ejemplo descargar de la página web oficial del desarrollador de un programa para computadora, y que nos permite precisamente instalar esa aplicación en nuestra PC. También se utiliza para poder disponer de aplicaciones portables, es decir aquellos programas que podemos llevar en un pendrive o una memoria externa, y al conectar la unidad de almacenamiento en una PC podemos ejecutar dicho archivo ejecutable para utilizar ese programa sin instalar nada.

A menudo muchos usuarios solemos acceder a archivos ejecutables a través de internet, ya que desde allí podemos encontrar una gran gama de programas de diferentes tipos que pueden sernos útiles en la computadora. Claro está, que así como de esta forma podemos acceder a aplicaciones, plugins, complementos y demás, también estamos expuestos a ciertos riesgos.

Siempre debemos tener presente que los archivos ejecutables pueden resultar ser potencialmente dañinos para nuestra computadora, ya que este tipo de archivos suelen ser utilizados para distribuir de virus y malware. Escondido bajo un aspecto de archivo ejecutable común, puede estar oculto un software malicioso que intentará infectar nuestra PC.

Más adelante en este artículo veremos cómo evitar ser engañados por un archivo ejecutable cuyo contenido es dañino para nuestro equipo informático. Por lo pronto, repasemos ahora algunas de las extensiones más comunes de archivos ejecutables.

Extensiones más comunes de ejecutables

Por lo general, los usuarios suelen llamar a los archivos ejecutables como archivos EXE, debido a que esta es sin lugar a dudas una de las extensiones de archivos ejecutables más conocidas, lo cual se debe a que los archivos con extensión EXE es uno de los formatos de archivos de su tipo que pueden ser todas las versiones del sistema operativo Windows, o que ofrezcan algún mecanismo de soporte a los mismos, como Linux a través de Wine.

No obstante, existen otros formatos y extensiones del tipo de archivos ejecutables, algunos de los cuales son específicamente creados y utilizados para determinado sistema operativo, ya que estos archivos se diseñan y compilan teniendo en cuenta las características del sistema operativo y su configuración.

A continuación listamos algunas de las extensiones más comunes de archivos ejecutables que suelen estar relacionados a distintos sistemas operativos:

Windows: Las extensiones de archivos ejecutables que funcionan en este sistema operativo son EXE, DLL, PIF, CMD, WSF, AIR, VB, BAT, COM, GADGET, DS o DSA, APP a través de WinRar, CGI con Notpad.

Android: La extensión de archivos ejecutables que funciona en este sistema operativo para dispositivos móviles es la APK.

MacOS: Las extensiones de archivos ejecutables que funcionan en este sistema operativo son EXE, AIR, VB, BAT, COM, APP, DS o DSA, CGI.

iOS: La extensión de archivos ejecutables que funciona en este sistema operativo es IPA.

Linux: Podría decirse que las extensiones de archivos ejecutables que funcionan en este sistema operativo son EXE y CGI entre otros, pero lo cierto es que en el caso del sistema Linux los archivos ejecutables no se encuentran determinados por un tipo de extensión específica sino por un atributo, es decir que se caracterizan por incluir permisos de ejecución.

Función de los archivos ejecutables

Dependiendo del tipo de formato y extensión que posea un archivo ejecutable, posiblemente su función específica puede variar, no sólo hace que sea posible abrirlo y ejecutarlo en un determinado sistema operativo, sino que además lleva consigo la especificación de una función puntual de acuerdo a su extensión.

Bien sabemos que dentro de las diferentes extensiones de archivos ejecutables es EXE la más conocida y suele ser utilizada en una enorme variedad de archivos de instalación de programas principalmente en Windows. Entre sus características principales podemos mencionar que se trata de un archivo compilado, por lo cual no podemos abrirlo para modificarlo, y además mantiene el tamaño del ejecutable.

Otra de las extensiones que los usuarios de Windows conocen en cuanto a archivos ejecutables es DLL, que precisamente se trata de un formato exclusivo de dicho sistema operativo, por lo cual no funciona en otras plataformas. Se trata básicamente de un código genérico que permite su uso en varias aplicaciones, además incluyen información adicional de librerías ejecutables y suelen ser menos pesados y requerir menor rendimiento del sistema para operar que los archivos ejecutables EXE.

En el caso del sistema operativo MacOS la extensión de archivos ejecutables por excelencia es APP, que es considerada la versión EXE de Mac. Se trata básicamente de un archivo contenedor, es decir de un paquete, que incluye los datos necesarios para ejecutar una rutina u operación específica, por lo que además dentro del archivo se incluyen el ejecutable del software que contiene y sus recursos, es decir por ejemplo bibliotecas.

Si hablamos de Android, la extensión de archivos ejecutables es APK, la cual se caracteriza principalmente por poseer formato de solicitud de permisos, ya que incluye un programa Android compilado y demás partes en otro único archivo, por lo que se trata de un paquete. Por lo general, suele utilizarse para versiones de aplicaciones para Android sin soporte o versiones beta, ya que no son de uso oficial.

En el caso de la plataforma iOS la extensión de archivos ejecutables por excelencia es IPA, y suelen ser los archivos ejecutables de aplicaciones que se transfieren por iTunes. Una de sus características que los diferencia del resto es que se trata de archivos ejecutables que se encuentra almacenados en archivos zip, por lo que debemos descomprimirlo en el caso de querer verificar su contenido.

Cómo se ejecuta un archivo ejecutable

Dependiendo el tipo de archivo ejecutable, pero sobre todo el sistema operativo en el cual vamos a utilizar dicho archivo ejecutable, deberemos llevar a cabo un procedimiento específico para poder ejecutar dicho archivo.

En el caso de Windows, la forma de ejecutar un archivo ejecutable es sumamente sencillo, sólo debemos hacer doble clic con el botón izquierdo del mouse sobre el archivo en cuestión.

En cambio, otros sistemas operativos, como por ejemplo sucede en Linux, la forma de ejecutar un archivo ejecutable puede variar, y en ese caso puntual lo que se debe hacer es recurrir a un método más manual que implica el uso de la consola en la que debemos escribir los comandos necesarios para que se ejecute dicho archivo.

Por otra parte, en relación a los tipos de archivos ejecutables, cabe destacar que los mismos se clasifican en dos grandes categorías diferentes dependiendo de sus características, por lo que están aquellos archivos ejecutables portables, que son aquellos que podemos transportar en un pendrive y no requiere de instalación para ser utilizados, como es el caso de las aplicaciones portables, y luego tenemos los no portables, los cuales sólo pueden ser ejecutados en la plataforma específica para la cual fueron diseñados, como sucede por ejemplo con los archivos DLL en Windows.

Por otro lado, existen también los archivos llamados autoejecutables, que si bien son similares a los archivos ejecutables tradicionales, lo cierto es que su principal diferencia radica en disponer de los aspectos necesarios para poder llevar a cabo una operación o una rutina determinada casi sin la intervención del usuario y sin necesidad de utilizar programas específicos para ello. A continuación repasamos algunos conceptos básicos de este tipo de archivos.

Archivos autoejecutables

Los llamados archivos autoejecutables, como su nombre lo indica, son aquellos que en su interior cuentan con las instrucciones necesarias que permiten que puedan llevar a cabo por ellos mismos, sin intervención del usuario o de programa específicos, las rutinas o procedimientos para lo que fueron creados.

Es por ello que una de las grandes cualidades que poseen este tipo de archivos radica precisamente en que no requieren del programa original para ejecutarse, y esto permite que este tipo de archivos pueda ser ejecutado en cualquier sistema operativo.

Un claro ejemplo de archivo autoejecutable son aquellas aplicaciones portables que podemos transportar a través de una unidad de almacenamiento externo, como un pendrive o una tarjeta de memoria, y que desde allí podemos utilizar en cualquier computadora o dispositivo móvil independientemente del sistema operativo que posea, ya que los archivos autoejecutables tienen la cualidad de ser multiplataforma.

Por supuesto que esta ventaja también se convierte en un riesgo, ya que si bien sabemos que existe el peligro asociado a archivos ejecutables que dicen ser una cosa y en realidad guardan virus informáticos en su interior, en el caso de los archivos autoejecutables este peligro se vuelve más latente.

Esto se debe a que muchos ciberdelincuentes utilizan el formato de archivo autoejecutable para desperdigar por internet diferente malware, ya que este tipo de archivos, al no necesitar la intervención del usuario y no utilizar programas específicos para su ejecución, suelen ser un método eficaz para infectar equipos en cualquier parte del mundo.

Un ejemplo claro de ello son los enlaces que muchas veces acompañan a ciertos correos electrónicos de spam, que al ser pulsados por los usuarios desprevenidos inicia la rutina u operación que fue asignada a un archivo autoejecutable que en su interior incluye un virus informático con las instrucciones necesarias para que se introduzca en el sistema. Es por ello que debemos ser sumamente cuidadosos en este aspecto.

Diferencia entre archivos ejecutables y archivos no ejecutables

Ahora que conocimos algunos de los aspectos básicos que caracterizan a los archivos ejecutables y cuál es su uso en general, repasaremos algunos conceptos en relación a las diferencias que existen entre los archivos ejecutables y los archivos no ejecutables.

En principio tengamos en cuenta que cuando hablamos de archivos informáticos, debemos saber que existen dos grandes tipos de archivos, los ejecutables y los no ejecutables, siendo la principal diferencia entre ellos que los ejecutables han sido diseñados de forma tal que puedan funcionar por sí mismos, mientras que los no ejecutables son aquellos archivos que guardan información y que requieren de algún software específico para poder ser utilizados.

Por ende, un archivo ejecutable se ejecuta en una computadora sin necesidad de que la misma posea ningún programa determinado para ello, y una vez en funcionamiento este tipo de archivos realiza rutinas o procedimientos específicos a través de las instrucciones codificadas que incluye en su interior.

Por el contrario, los archivos no ejecutables, debido a que se trata de archivos que lo que hacen es contener datos, son ejecutados por un programa determinado y no por el sistema de computadora, es decir que para poder visualizar el contenido de este tipo de archivos siempre vamos a necesitar el software que se requiere para ello. Además, cabe señalar que los archivos no ejecutables posee una tarea específica y no incluyen instrucción de rutinas.

Debido a sus características, los archivos ejecutables son aquellos que son compilados o scripts, por ejemplo para poder instalar un programa o pluging en la computadora, por lo cual no pueden ser abiertos y editados por el usuario. Por el contrario, los archivos no ejecutables son aquellos que contienen información y pueden ser visualizados y modificados por el usuario, como por ejemplo un documento de texto, una imagen, un video, una hoja de cálculo y demás.

A continuación te mostramos un cuadro en el cual se especifican las diferencias básicas y generales que existen entre los archivos ejecutables y los no ejecutables.

Archivos ejecutables Archivos no ejecutables
Definición Puede ser ejecutado directamente por la computadora y puede realizar tareas establecidas en instrucciones codificadas. Se necesita un programa para ser ejecutado, ya que no puede ser ejecutado por la computadora y es creado para una tarea específica.
Ejecución Es ejecutado directamente por la CPU. Necesita un programa específico para ser ejecutado.
Tipos Scrips, compilados, códigos, etc. Documento de texto, imágenes, audio, video, hojas de cálculo, etc.
Riesgos Pueden incluir un malware que dañe los datos y los recursos de la computadora. No conllevan riesgos por sí mismos.

Graciela Marker

Periodista independiente con más de 20 años de experiencia en medios gráficos, audiovisuales y digitales. Formada académicamente en periodismo digital y comunicación multimedia, ámbito en el que se desenvuelve hace dos décadas. Especializada en ámbitos tales como la informática y la logística empresarial, entre otros.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir

Usamos cookies para darte una mejor experiencia de navegación. Si continuas navegando, aceptas su uso. Más Información sobre nuestras Cookies