Funciones de la unidad de disco SSD
¿Sabían ustedes que el disco duro tradicional celebra más de 62 años? Sí, ¡62 años de existencia! Y si el primer disco rígido lanzado por IBM en 1956 ofrecía una capacidad de 5 MB para un peso de más de una tonelada, el disco rígido moderno es, en la mayoría de los casos, tan voluminoso como una tableta de chocolate (y de menor tamaño, si se trata de computadoras portátiles), y con una capacidad muy por encima de los 6 TB, mientras que ya se habla de duplicar esta capacidad al mismo precio y en el mismo tamaño.
Y si bien el disco rígido sigue evolucionando gracias a diversos avances tecnológicos que enfrentan y mejoran las limitaciones físicas impuestas por la parte mecánica de estos dispositivos (actualmente se piensa, especialmente, en una grabación perpendicular o con tecnologías láser), existe otro tipo de tecnología que está comenzando a reemplazarlos y a revelarse tan segura y estable: los discos SSD.
- ¿Disco rígido tradicional o disco SSD? Ventajas y desventajas
- La debilidad de los discos rígidos
- Tecnología SSD: ¿La solución a todos los males?
- Diferencias entre un disco rígido HD y uno SSD
- Todo lo que hay que saber antes de comprar un disco SSD
- Nota al margen: SSD Híbridos
- ¿Cuánto dura una unidad de almacenamiento SSD?
- ¿Cuánto mejora un disco SSD la performance de mi PC?
- ¿Es compatible mi computadora con un disco SSD?
- Mantenimiento disco sólido SSD
- ¿Es peligroso desfragmentar un disco SSD en Windows?
- Cómo extender la vida útil de un disco SSD
¿Disco rígido tradicional o disco SSD? Ventajas y desventajas
Las siglas SSD corresponden a “Solid State Drive” lo que en español significa “Unidad de estado sólido”, una unidad compuesta exclusivamente por chips de memoria, es decir una unidad de almacenamiento que utiliza memoria no volátil, de igual manera que el pendrive. Por lo tanto, se eliminan las partes mecánicas, se eliminan los problemas de fiabilidad y se suman las mejoras en el rendimiento de la lectura/ escritura de archivos, al menos en teoría.
Los beneficios que reportan este tipo de unidades de almacenamiento SSD son múltiples, debido sobre todo a la característica de no poseer partes mecánicas, ya que esto le permite tener la misma capacidad en menor especio, menor consumo de corriente y por supuesto menor desgaste, ya que no poseen ni motores ni engranajes de ningún tipo.
Especialmente en el caso de las computadoras portátiles, las ventajas de un disco SSD son muchas, como veremos más adelante. Es por ello que a partir de este punto haremos un análisis y un balance de esta tecnología para identificar sus puntos fuertes pero también sus debilidades potenciales, que muchas veces tienden a ser olvidadas por el usuario que se adentra en nuevas tecnologías.
Para ello primero vamos a comparar los discos SSD con los discos duros mecánicos tradicionales.
La debilidad de los discos rígidos
En gran parte mecánica, el disco rígido tradicional es un objeto frágil, cuya vida útil se reduce considerablemente a medida que pasa el tiempo. Compuesto por varias piezas en movimiento, la mecánica de un disco rígido puede ser asimilada, en su precisión, a la de un reloj. Compuesto de un motor, de diversas bandejas y de un brazo que lleva a cabo la lectura/escritura de datos, la unidad de disco duro es sensible no sólo a los golpes, sino también a otros muchos factores de su entorno exterior. A modo de ejemplo: si colocas a imán poderoso sobre la unidad del disco rígido todos los datos que contiene se perderán para siempre, ya que las bandejas de éste se desmagnetizarán.
Otra debilidad del disco rígido es que es lento para las necesidades de trasferencia de datos de la actualidad. Por supuesto, los progresos que se han llevado a cabo en este terreno han contribuido a modificar esto, pero poner en rotación varias bandejas, a más de 7.200 revoluciones por minuto y garantizar la las operaciones de lectura/escritura siempre será más complicado que acceder y obtener datos a través de una memoria flash, con un tiempo de respuesta casi instantáneo.
El corolario obvio e inevitable de la presencia sistemática de un motor en los discos rígidos tradicionales: en general son ruidosos, se calientan y consumen más energía eléctrica.
Tecnología SSD: ¿La solución a todos los males?
Ante todos los problemas enumerados anteriormente, la tecnología SSD proporciona respuestas o al menos una alternativa seria y confiable. Técnicamente, un disco rígido SSD está compuesto exclusivamente de chips de memoria no volátil, de chips tipo NAND. Éstos tienen la particularidad de poder conservar los datos incluso cuando la alimentación eléctrica de la computadora está apagada.
Una primera ventaja: el acceso a la información contenida en estos chips es prácticamente instantánea. A diferencia de un disco rígido tradicional, en efecto, no hay ninguna necesidad de que roten las bandejas, como tampoco hay que esperar a que los diversos movimientos de la pieza de lectura encuentre la información deseada. Si bien esta operación no toma más una fracción de segundo en un disco rígido normal, es su repetición, el hecho de la fragmentación, el que ocasiona retrasos en el tiempo de acceso a la información.
Por supuesto, la fragmentación continúa en las unidades SSD y esto es inevitable ya que el propio sistema de archivos en sí mismo segmenta o fragmenta los datos en bloques o agrupaciones. No obstante, el impacto de la fragmentación en el rendimiento de un SSD es teóricamente inexistente ya que el acceso a varias piezas de datos repartidos entre varios chips se lleva a cabo de forma instantánea y simultánea.
En términos de flujos, la tecnología SSD da otra vez un considerable paso adelante con respecto al disco rígido tal como lo conocemos. En las pruebas realizadas, un disco SSD de 1.8 pulgadas registra una velocidad de lectura de 60MB/s. Este velocidad no preocupará al mejor de los discos rígidos que forma parte de las nuevas computadoras de escritorio, estamos totalmente de acuerdo, pero ante un disco rígido portátil de 1,8 pulgadas, el progreso es evidente.
Otra ventaja para el SSD: el flujo de lectura se mantiene casi constante desde el principio hasta el final de la operación, independientemente de la ubicación física de los datos, mientras que un disco rígido convencional va reduciendo gradualmente el flujo cuando (especialmente durante operaciones de lectura secuencial). Pero si en cuanto a la lectura el disco SSD es mucho mejor que el disco rígido tradicional, en cuanto a la escritura no sucede lo mismo.
Terminemos con las ventajas físicas de los discos SSD. En cuanto al peso, un disco de estos pesa, por lo general, menos de cien gramos, y tienen una resistencia mayor que los tradicionales. Las unidades SSD son de hecho más fuertes, y algunas marcas como Samsung aseguran su resistencia a los golpes. El consumo de energía eléctrica es, por supuesto, otra gran ventaja de los discos SSD: consumen mucha menos electricidad que sus competidores, los discos rígidos tradicionales. Si bien estas cuestiones no tienen mucha importancia en una PC de escritorio, son sin embargo cruciales para una computadora portátil, una notebook o netbook.
SSD: Atención a la interfaz
En la actualidad, las unidades de almacenamiento SSD vienen equipadas con una interfaz del tipo SATA, lo que le permite al usuario conectarlas a su computadora de manera sencilla, aun sin apagar el equipo.
Cualquier otro tipo de interfaz que posea una unidad SSD como por ejemplo ATA, indica que se trata de un SSD viejo, que hasta incluso no vamos a poder conectar físicamente a nuestra computadora, dependiendo de la edad de la misma.
Obviamente que en el mercado existen diferentes variantes de conexionado para toda clase de necesidad, pero el usuario común siempre deberá optar por SATA, ya que es la norma estándar en la actualidad. Cualquier otra elección en este sentido podría hacer que nuestra inversión no sirva de mucho.
SSD: el problema de la capacidad
Si bien con el paso del tiempo las unidades SSD han ido ampliando la capacidad de almacenamiento, lo cierto es que todavía están lejos de la relación capacidad/precio de los discos duros tradicionales. Para comprobar este punto, lo único que tenemos que hacer es comparar los precios de las unidades SSD con los discos duros tradicionales. Rápidamente podremos ver que para una capacidad de 1 TB, las unidades SSD octuplican en precio a las unidades tradicionales mecánicas.
Por supuesto que existen unidades SSD de precio muy acomodado, que rondan una capacidad de 120 ó 240 GB, los cuales pueden ser utilizados como unidad primaria, es decir para instalar el sistema operativo y las aplicaciones, con un salto de rendimiento realmente impresionante.
Esto nos permite tener un sistema híbrido, es decir una unidad SSD primaria y un disco duro tradicional como unidad de almacenamiento de archivos tales como documentos, música, videos y demás, con asombrosa performance, sobre todo para equipos más antiguos.
Conclusión
Las ventajas de los discos SSD son reales y comprobables, tanto en las características físicas como en términos de rendimiento, sobre todo en lo que se refiere a dispositivos portátiles y notebooks.
Más compactos, más resistentes a los golpes y el medio ambiente en general, los discos SSD también presentan cualidades destacadas en términos de rendimiento y funcionamiento. El acceso a la información es instantáneo, el flujo de lectura de datos es impresionante. Lejos de ser sólo teóricas, las ventajas se comprueban en los tiempos de carga de Windows: el sistema se ejecuta mucho más rápido en un disco SSD que en uno tradicional.
La principal desventaja de los discos SSD es claramente la relación precio/capacidad. Una unidad SSD de 120 ó 240 GB, las únicas que son asequibles por el usuario común, ofrecen una capacidad insuficiente para las necesidades de almacenamiento actuales, salvo que se lo utilice en una configuración híbrida de SSD y disco duro tradicional, como se menciona más arriba.
Sin embargo, si dejamos de lado las desventajas del precio con respecto a la capacidad, lo demás son todas ventajas: sin partes móviles, lo que reduce el desgaste a cero, menor consumo eléctrico, menor producción calórica y menor espacio.
También, al no poseer componentes electromecánicos para la lectura de los archivos, los SSD son completamente silenciosos. La carencia de piezas mecánicas también facilita el acceso a los datos, algo primordial para quienes necesitan velocidad. A diferencia de los discos duros, donde el “brazo” mecánico de lectura necesita ir de una punta a otra para poder leer determinada información, en la unidad SSD esa información siempre se encuentra a mano.
Diferencias entre un disco rígido HD y uno SSD
Si bien entre los discos duros mecánicos tradicionales y las unidades de almacenamiento SSD existen muchas diferencias técnicas que influyen en la performance y en la estabilidad, lo cierto es que de cara al usuario no existe mejor o peor modo de almacenamiento para los archivos, todo depende principalmente de las necesidades de cada uno.
Por ejemplo, si trabajamos en el ámbito multimedia y necesitamos necesitan almacenar videos grandes, con alta calidad, las unidades de almacenamiento SSD no son lo más recomendable en estos casos, ya que el tamaño de los videos sería enorme y ocuparían un espacio muy importante, salvo que contemos con un abultado presupuesto para adquirir una unidad de estado sólido de al menos 1 TB. de capacidad.
En este punto, lo mejor será confiar en una disco duro tradicional mecánico, ya que con el mismo dinero de un SSD de 1 TB, podríamos comprar 6 Tb de almacenamiento mecánico, siempre y cuando nuestra base de trabajo sea una computadora de escritorio.
Por otra parte, si no generamos archivos tan grandes, la opción del SSD no es una alternativa a descartar por todas las ventajas que supone su uso, sobre todo en equipos portátiles. Precisamente, debajo de estas líneas encontraremos una completa guía con toda la información necesaria para comprar un disco SSD.
Todo lo que hay que saber antes de comprar un disco SSD
Quienes ya hayan reemplazado su disco duro tradicional por uno del tipo SSD en sus computadoras, no dudarán en afirmar que este paso fue una de las mejores ideas que puedan haber tenido para aumentar el rendimiento de su PC.
Una vez que realizamos el cambio, notaremos que cualquier tarea que realizamos en el equipo será mucho más veloz, y realmente nos sorprenderá como el simple reemplazo de una parte de nuestra computadora haya podido ofrecernos tamaño aumento del rendimiento.
Sin embargo para muchos la compra de un disco SSD es un misterio, ya que son bastante diferentes a los tradicionales discos duros mecánicos tradicionales, esto es debido fundamentalmente a su tamaño, pero básicamente esta es la única diferencia externa que existe entre un SSD y un disco duro tradicional.
La verdadera revolución está en su interior, ya que no incorporan piezas mecánicas. Como sabemos, los discos duros tradicionales utilizan un sistema compuesto de platos y brazos, en donde estos últimos que recorren la superficie magnetizada de los platos para escribir y leer datos.
Pero el principal secreto para obtener el impresionante rendimiento en las tasas de escritura y lectura de los discos SSD es que los mismos están conformados por células de memoria flash, lo que le permite al sistema operativo almacenar o leer datos del disco sin tener que recorrer ninguna superficie física, ni tampoco son necesarios motores, brazos o platos.
Esto además del rendimiento, ofrece la ventaja de hacer al disco SSD mucho más pequeño, con menor consumo de energía y menor nivel de temperatura, asimismo, también son mucho más silenciosos.
Si estás interesado en dar el paso a esta tecnología, a partir de este punto conoceremos los principales aspectos que debemos tener en cuenta antes de adquirir un disco SSD, para que la compra sea lo más provechosa posible.
El punto principal: La capacidad de almacenamiento
La tecnología de los discos SSD es realmente asombrosa, sin embargo todavía es un poco cara, sobre todo para los usuarios domésticos y de la pequeña oficina. Es por ello que todos los que nos dediquemos a tareas de oficina u otras actividades en donde no tengamos que almacenar y trabajar con inmensas cantidades de datos, debemos pensar en tener un disco SSD para el sistema operativo y las aplicaciones, y si no nos extendemos en la cantidad de datos que manejamos, también nuestros archivos y documentos. En este escenario como el descripto, un disco SSD nos proveerá de un rendimiento impresionante instantáneo.
Ahora, en el caso de que nuestros documentos excedan la capacidad de un disco SSD, que por lo general ofrecen espacio de almacenamiento desde 120 Gb. a 240 Gb, siempre podemos optar por una combinación de ambos, es decir un SSD para SO, apps y demás, y un disco duro tradicional para los documentos o datos.
Sin embargo, esto no significa que si contamos con el presupuesto adecuado, no podamos acceder a discos SSD de mayor capacidad, ya que en el mercado existen discos SSD que pueden alcanzar hasta 1 Tb. de capacidad, pero a un precio bastante elevado.
En este punto, la elección de un disco SSD se basa en dos factores fundamentales: Presupuesto y necesidad. En el caso de que tengamos un presupuesto amplio, no debemos dudar en comprar el disco SSD de mayor capacidad posible, ya que nos ofrece la posibilidad de ampliar el catálogo de programas o de almacenar mayor cantidad de datos en una sola unidad, con los consiguientes beneficios que esta modalidad ofrece.
Si nuestro presupuesto en cambio es más acotado, lo primero que debemos pensar en la cantidad de programas instalados y los documentos que usamos asiduamente, o los que son necesarios para nuestro trabajo diario.
A partir de este punto, todo lo demás puede ser almacenado en un disco de almacenamiento externo o incluso en una memoria tipo de pendrive o tarjeta. Claro que también existe la posibilidad de añadir, además del disco SSD, un disco tradicional, el que nos proveerá de mucho más almacenamiento.
Nota al margen: SSD Híbridos
Lo más probable es que en algún momento hayamos escuchado o leído de la existencia de los llamados “Discos híbridos”, pensando que serían una buena opción para resolver nuestros problemas de rendimiento, sin embargo, no es lo que parecen.
La mayoría de los usuarios piensa que estas unidades serían identificadas por el sistema operativo como dos discos diferentes, uno SSD y otro tradicional. Sin embargo esto no es así, ya que el principio de funcionamiento de los mismos básicamente es almacenar en la “parte SSD” los archivos más usados, mientras que lo demás se almacena mediante el sistema tradicional, es decir usando magnetismo, brazos y platos. Además, muchos usuarios de Windows 8 y Windows 10 reportan problemas con el sistema de encendido rápido.
Otro punto que debemos tener en cuenta al momento de comprar un disco SSD es nuestro hardware, ya que si es muy viejo o no puede responder a la performance de una unidad de almacenamiento de este tipo, apenas lograremos notar una mejora en el rendimiento general
¿Cuánto dura una unidad de almacenamiento SSD?
Los discos SSD han llegado a un nivel en su tecnología de construcción que ya son capaces de alcanzar el ciclo de vida útil de cualquier disco duro de tecnología mecánica, sin embargo todavía ofrecen ciertas problemáticas sobre todo relacionadas con las fluctuaciones de corriente.
Esto significa que son más propensos a dañarse por problemas de sobretensión, o cuando la energía eléctrica se interrumpe cuando la unidad de almacenamiento se encuentra en uso. Pero por otro lado la inexistencia de partes móviles mecánicas logra que las unidades SSD sean mucho más duraderas y sólidas que los discos duros tradicionales, es decir que son más fuertes y resistentes a las caídas y vibraciones.
También es necesario destacar que un disco SSD tiene una vida útil más corta que un disco duro de los tradicionales, debido a los ciclos de escritura y lectura que pueden soportar los chips de memoria de la unidad, sin embargo, esta vida útil puede llegar a alcanzar de 5 a 10 años de uso intensivo según el fabricante, mucho tiempo más de los que esta tecnología será reemplazada por algo seguramente más espectacular.
¿Cuánto mejora un disco SSD la performance de mi PC?
Mucho. No cabe ninguna duda de que el rendimiento de este tipo de unidades de almacenamiento es una de las mejores características que ofrece, mucho más que el mínimo consumo de energía, la temperatura de funcionamiento, el ruido y otros factores.
El rendimiento de un disco SSD es mucho mayor que un disco tradicional mecánico, y se nota ni bien encendemos la computadora, ya que es capaz de encenderse en una fracción del tiempo que usaría un disco duro tradicional. Asimismo, cualquier tarea que realicemos en un equipo con un SSD instalado la realizaremos más rápido, y donde más se nota es cuando usamos programas más pesados que lo habitual, como Photoshop.
Claro que siempre el rendimiento variará de acuerdo al tipo de software que usemos y el tipo de hardware instalado en el equipo, pero con un disco SSD siempre notaremos una sustancial diferencia, salvo y como mencionamos, que estemos utilizando un equipo demasiado viejo.
¿Es compatible mi computadora con un disco SSD?
Básicamente, cualquier computadora de escritorio o notebook moderna puede usar un disco SSD, ya que la mayoría de este tipo de unidades de almacenamiento utiliza una interface SATA, un estándar extendido entre todos los fabricantes de dispositivos electrónicos.
En este sentido, lo único que tenemos que hacer para saber si nuestra PC es compatible con un disco SSD es consultar en el manual el tipo de interface de discos que ofrece.
Otro punto a tener en cuenta es el tamaño de estas unidades, el cual puede variar de acuerdo a las prestaciones que brinda. Para ambos puntos, lo mejor es consultar el manual de la PC o notebook, visitar el sitio web del fabricante del disco SSD y preguntar en foros y páginas dedicadas a la tecnología.
Mantenimiento disco sólido SSD
Las unidades de almacenamiento SSD son uno de las mejores cosas que le han pasado al usuario de computadoras, ya que le permiten tener una performance en la escritura y lectura de datos jamás vista, lo que se traduce en una mayor velocidad y comodidad a la hora de trabajar.
Las unidades de almacenamiento SSD (no han parado de evolucionar, tanto en velocidad de acceso como en capacidad, y lo mejor de todo, cada vez son más económicas, con lo que ya no están restringidas a las computadoras de alta performance.
Sin embargo, todavía deben tenerse ciertos recaudos a la hora de utilizarlos, para que se mantengan saludables y al máximo de su capacidad de almacenamiento y rendimiento.
Precisamente a partir de este punto conoceremos los mejores consejos para que nuestra unidad SSD dure toda su vida sin problemas.
Como podemos ver, las unidades de almacenamiento de estado sólido ofrecen muchas ventajas en relación a los discos duros de siempre. Aun teniendo en cuenta que los SSD son bastante más caros que los discos duros tradicionales, la performance que ofrecen hace que valga la pena la inversión para obtener una de estas unidades.
Sin embargo, si somos inteligentes, siempre podemos comprar un disco SSD pequeño, de alrededor de 128 o 256 Gb, lo cuales son relativamente baratos, para utilizarlos para instalar allí el sistema operativo y almacenar los programas y algunos documentos que utilizamos más a menudo, dejando el disco duro mecánico para almacenar todo lo demás, es decir música, videos, documentos que no usamos a menudo y demás.
Con esto, podremos disfrutar de las ventajas y beneficios de tener un SSD instalado en nuestra computadora teniendo un presupuesto acotado. A pesar de todas estas ventajas, una unidad SSD debe ser cuidada de forma especial, para garantizarnos que tengan unos cuantos años de buen funcionamiento.
Mantenimiento discos sólidos SSD
Si bien la mayor ventaja de las unidades SSD es que no tienen partes móviles mecánicas en su interior, y por ello no sufren fatiga de materiales, lo cierto es que cada vez que almacenamos archivos, es decir escribimos datos en la unidad, existe un desgaste, el cual al cabo de unos años conseguirá que la unidad disminuya su performance.
Si no queremos que esto nos pase en poco tiempo, es importante que tomemos en consideración los consejos que se mencionan debajo de estas líneas, con lo cual podremos tener nuestra unidad SSD bien cuidada por el mayor tiempo posible.
Comando TRIM
El comando TRIM nos puede ser de mucha utilidad para evitar que la unidad SSD disminuya su performance. Este comando permite mejorar la eficiencia de la unidad SSD, es decir que permite una escritura mucho más veloz de los datos.
De las herramientas para optimizar una unidad de almacenamiento SSD, TRIM es una de las mejores, ya que ofrece la posibilidad de eliminar todos los datos no deseados almacenados en la unidad, con lo que conseguiremos un sistema saneado que se traducirá en una mayor performance.
Software de gestión
Muchos fabricantes incluyen con la unidad SSD su propio software de gestión, el cual está desarrollado para explotar al máximo la capacidad del mismo. Algunos ejemplos de este tipo de software son Samsung SSD Magician, Samsung Data Migration Tool, OCZ Toolbox, Transcend SSD Scope, Intel Solid-State Drive Toolbox, Plextool y Corsair SSD Toolbox, entre otros.
Lo mejor que podemos hacer para nuestro SSD es asegurarnos que el software se encuentre actualizado, es decir en su última versión, para poder sacar la mejor ventaja posible de la unidad.
Dividir los datos en dos discos
Más arriba mencionamos que una buena alternativa para disfrutar de las ventajas de un SSD es instalar una de estas unidades para el sistema operativo y demás, y usar un disco mecánico tradicional para los archivos más grandes. Esto es debido a que los archivos demasiado grandes afectan el rendimiento al momento de la lectura de los datos.
No llenar la unidad SSD
Uno de los mejores consejos para tener un SSD saludable es no llenarlo con datos por completo, ya que afectará significativamente el rendimiento de la unidad. Es por ello que es aconsejable siempre dejar en el SSD espacio vacío suficiente.
Podríamos considerar que un porcentaje de 90% de capacidad completada es una medida adecuada, es decir que no afectará el rendimiento.
No desfragmentar
Otro punto muy importante a tener en cuenta para mantener una unidad SSD en óptimas condiciones es no desfragmentar. Lo peor que podemos hacer es desfragmentar nuestra unidad SSD, ya que lo único que lograremos es disminuir la vida útil de la misma, debido a que este tipo de unidades tienen un ciclo de escrituras y lecturas determinado.
Conclusión
Con el tiempo, lo más probable es que los discos duros tradicionales sean completamente reemplazados por unidades de almacenamiento de estado sólido, siempre y cuando se siga manteniendo la relación de mayor capacidad y precios cada vez menores.
Quizás también con el tiempo no debamos hacer nada especial para que nos duren muchos años de funcionamiento, pero una cosa es segura, el SSD vino para quedarse y no se irá.
¿Es peligroso desfragmentar un disco SSD en Windows?
Las unidades de estado sólido, más conocidas por sus siglas SSD, son una de las tecnologías modernas que más confusión y preguntas genera entre sus usuarios, más específicamente en lo concerniente a su desfragmentación en Windows.
En este sentido, la mayoría de nosotros ha escuchado alguna vez que los discos SSD tienen un ciclo de escrituras y lecturas mucho más acotado que la tecnología que reemplazan, los discos duros mecánicos, y que si desfragmentamos un SSD acortamos su vida útil.
En este artículo conoceremos cuales son los alcances de la desfragmentación de un disco SSD y si es un procedimiento que puede perjudicar la vida útil de la unidad.
Como sabemos, el SSD utiliza memoria flash no volátil, lo que marca una impresionante ventaja en términos de velocidad de escritura y lectura con respecto a los discos mecánicos, pero además ofrecen otras cualidades importantes como una mucha mayor tolerancia a los golpes y vibraciones, menor tamaño y consumo de energía, entre otras.
Es un hecho que los usuarios de este tipo de unidades de almacenamiento, y los entusiastas de la tecnología en general, creen que los SSD tienen un limitado número de escrituras, lo que se traduce en una vida útil más corta que los discos duros tradicionales, y por lo tanto la desfragmentación de una unidad de este tipo sólo contribuye a que dure menos.
Windows y la desfragmentación SSD
A partir de este razonamiento, entonces la desfragmentación no sería una buena idea, entonces ¿Por qué Windows desfragmenta en forma automática y periódica este tipo de unidades?
Que la desfragmentación de una unidad SSD, hoy llamada “Optimización”, pudiera acortar su vida útil pudo ser una realidad ya hace bastantes años, cuando las unidades SSD recién salían al mercado, y su tecnología no estaba del todo desarrollada. En la actualidad, cualquier unidad SSD de gama media supera ampliamente los 10 años de expectativa de vida, trabajando a todo su potencial.
En la actualidad, la desfragmentación de una unidad SSD no es un problema, es más, es una opción que tenemos para que la misma no pierda su rendimiento. En este sentido, Windows realiza una operación de desfragmentación cada 28 días, siempre que la función “Restaurar” se encuentre activada, lo que nos ayuda a que la unidad nunca pierda sus prestaciones.
Para despejar cualquier duda, incluso desde Microsoft aseguran que la desfragmentación/optimización no sólo no es peligrosa o incapaz de acortar la vida útil de un SSD, sino que es hasta incluso recomendable para la buena salud de la unidad.
Conclusión
Como pudimos ver en este artículo, la desfragmentación de una unidad SSD no es peligrosa, y bajo ningún punto de vista acortará la vida útil, es decir los ciclos de escritura y lectura, de la misma.
Es más, a tal punto la optimización/desfragmentación de una unidad de almacenamiento SSD es importante para mantener el SSD en buenas condiciones de funcionamiento y performance, que los desarrolladores de Windows la han incluido como una actividad programada.
Claro está que si todavía tenemos algún tipo de temor, siempre podemos deshabilitar la optimización programada, sin embargo, no se aconseja bajo ningún punto de vista, ya que desactivar la desfragmentación podría llevarnos a largo plazo a tener problemas y errores en las escrituras y lecturas.
Cómo extender la vida útil de un disco SSD
A pesar de todas sus ventajas, las unidades SSD también pueden presentar problemas, aunque en mucho menor medida que un disco duro tradicional, a pesar de todo lo que podamos leer en medios especializados. Pero como sabemos que nunca está de más tomar algunas precauciones, en este artículo te presentamos algunos consejos para extender la vida de un disco SSD.
Evitar las temperaturas extremas
Es más que sabido que un SSD es mucho más resistente que un disco duro mecánico, en prácticamente todas las áreas, incluyendo la temperatura que pueden soportar. Sin embargo, como cualquier otro dispositivo electrónico, son propensos a sufrir fallas cuando son sometidos a temperaturas extremas u oscilantes, tanto bajas como altas.
A pesar de este dato, los únicos que pueden llegar a preocuparse por esto son aquellos usuarios que almacenan gran cantidad de datos durante mucho tiempo, los cuales deberán resguardar sus SSD a una temperatura constante y preferentemente en un lugar oscuro.
El enemigo eléctrico
Un apagón puede ser la peor pesadilla para cualquier usuario de equipo informático, ya que la repentina falta de electricidad puede provocar la pérdida total de lo que estábamos haciendo, en el mejor de los escenarios. En el peor, la destrucción del SSD.
Esto básicamente se podría solucionar mediante la adquisición de un sistema de alimentación ininterrumpida (UPS), de los cuales existen modelos para todos los gustos y presupuestos. Además el UPS nos ayudará a proteger el resto de nuestros dispositivos.
Mantener el SSD libre de archivos inútiles
Aunque parezca una contradicción, lo mejor que podemos hacer para preservar la vida útil de un SSD es mantenerlo lo más limpio de archivos posible. Claro que estamos hablando de archivos que no nos sirvan, o que podemos pasar a otro disco sin problemas.
Al contrario de lo que la mayoría piensa, el tena de los ciclos de lectura y escritura de una unidad SSD no juega un papel importante en su desgaste, ya que para ello ha sido creada una tecnología llamada “nivelación de desgaste”, la cual permite que el sistema escriba en el disco de forma uniforme evitando almacenar datos siempre en las mismas células.
Sin embargo, existe un problema, la nivelación de desgaste exige que las células deban estar abiertas. En el caso de que una célula se utilice para almacenar datos a largo plazo, el sistema es obligado a utilizar otras células cuando sea necesario más espacio, lo que aumenta la tasa de ciclos de lectura/escritura.
Conclusión
Si mantenemos a nuestra unidad SSD bien cuidada, y utilizamos las herramientas adecuadas para mantenerlo en orden, podemos llegar a obtener una vida útil realmente larga, mucho más que la que puede llegar a proporcionar un disco duro mecánico.
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