El viernes se vivió una jornada de intensa presión vendedora sobre los títulos de Tilray. La compañía de cannabis experimentó un derrumbe cercano al 21% en su cotización, cerrando la sesión ligeramente por encima de los 0,81 dólares estadounidenses. Este colapso ocurre justo antes de que la empresa ejecute una medida corporativa de gran calado que ha generado nerviosismo entre los inversores.
Medida extrema: consolidación accionaria
El detonante de esta volatilidad excepcional es el reverse stock split o canje inverso de acciones que Tilray llevará a cabo en proporción 1:10. La empresa confirmó que esta operación entrará en vigor el 1 de diciembre de 2025 a las 16:01 hora del este de EE.UU.
A partir del martes 2 de diciembre de 2025, las acciones comenzarán a negociarse ajustadas por esta operación. Los detalles clave son:
- Proporción: Cada diez acciones actuales se convertirán en una sola.
- Capitalización: El número de títulos en circulación se reducirá drásticamente, pasando de aproximadamente 1.160 millones a unos 116 millones.
- Cotización: El valor seguirá operando en Nasdaq bajo el mismo ticker "TLRY".
Éxodo masivo de inversores
La confirmación de las fechas desató una reacción violenta en el mercado. Durante la sesión del viernes, las acciones tocaron un mínimo intradía en torno a 0,80 dólares antes de establecerse en 0,813 dólares al cierre. Comparado con el precio anterior de 1,03 dólares, esto representa una pérdida superior a la quinta parte de su valor en una sola jornada.
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El volumen de negociación resultó especialmente significativo. Mientras el promedio habitual ronda los 50 millones de títulos, el viernes se disparó hasta superar los 98 millones. Esta actividad inusual sugiere una salida coordinada de importantes accionistas antes del cambio técnico.
Objetivo: mantener el listado en Nasdaq
La dirección de Tilray justifica esta medida drástica principalmente por requisitos regulatorios. La consolidación resulta necesaria para cumplir con las normas de Nasdaq, que exigen un precio mínimo de 1,00 dólar por acción. Sin este aumento artificial de la cotización, la compañía enfrentaría la exclusión del Nasdaq Global Select Market por su condición de penny stock.
Adicionalmente, la empresa anticipa ahorros significativos. La reducción de la base accionarial y de los costes administrativos podría generar economías de hasta un millón de dólares anuales. Un precio unitario más elevado también pretende hacer el valor atractivo para inversores institucionales, que frecuentemente evitan títulos por debajo de cinco dólares.
Impacto en el pequeño inversor
Un aspecto crucial afecta a los minoristas: no se emitirán fracciones de acción. Los titulares que resulten con derechos sobre porciones fraccionarias recibirán compensación en efectivo en su lugar. Esta liquidación obligatoria efectivamente expulsará a los pequeños accionistas de su participación directa.
El panorama sigue siendo volátil. Con un short interest que ronda los 99 millones de acciones (aproximadamente 8,86% del flotante), la tensión en el mercado es palpable. Los inversores deberán adaptarse el martes a una base de cotización completamente nueva. Teóricamente, el precio debería estabilizarse entre 8,00 y 9,00 dólares, aunque la reacción del mercado ante esta nueva realidad resulta impredecible.
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