El valor de Opendoor se encuentra sumido en una fase bajista, con una presión significativa sobre su cotización. Los mercados financieros aguardan con inquietud la publicación de los resultados correspondientes al tercer trimestre, prevista para el 6 de noviembre de 2025. El principal motivo de esta cautela son las pesimistas previsiones que ha facilitado la propia dirección de la compañía.
Ventas anticipadas reflejan nerviosismo
La reciente sesión bursátil dejó una clara muestra del pesimismo de los inversores, con un desplome del 5,4% en la cotización de Opendoor en un solo día. Este movimiento a la baja parece ser una estrategia preventiva, donde los participantes del mercado están reaccionando a las advertencias corporativas sobre los próximos números trimestrales.
El panorama que anticipa el equipo directivo es particularmente desfavorable. Se prevé un deterioro secuencial pronunciado en los principales indicadores financieros, lo que supone un cambio radical respecto al dinamismo mostrado en el trimestre anterior. La breve etapa de rentabilidad alcanzada en el segundo trimestre parece haberse agotado.
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Detalles de un trimestre complicado
Las estimaciones para el tercer trimestre revelan varios aspectos preocupantes:
- Caída en ventas: Se proyecta una contracción pronunciada de los ingresos, con un rango estimado entre 800 y 875 millones de dólares. Esta cifra representa un descenso muy acusado en comparación con los 1.600 millones de dólares registrados en el segundo trimestre de 2025.
- Regreso a números rojos: La compañía anticipa un resultado EBITDA ajustado negativo, con pérdidas calculadas entre 21 y 28 millones de dólares.
- Fin de la rentabilidad: Este dato contrasta fuertemente con el beneficio EBITDA ajustado de 23 millones de dólares del trimestre previo, que había marcado el primer resultado positivo desde el año 2022.
Esta nueva presión sobre los márgenes se atribuye principalmente a la venta de un inventario compuesto por propiedades más antiguas y con una rentabilidad por operación muy reducida.
Un contexto macroeconómico adverso
El pesimismo de las previsiones internas se ve reforzado por la actual debilidad que atraviesa el mercado inmobiliario estadounidense. Datos recientes confirman un enfriamiento del sector, con un ajuste a la baja en los precios de la vivienda y un incremento de las existencias que ha alcanzado su nivel más alto desde 2019. Como factor adicional, la rotación de propiedades ha caído a mínimos no vistos en tres décadas. Este escenario supone un entorno operativo extremadamente complejo para una plataforma digital de transacciones inmobiliarias como Opendoor.
En un intento por fomentar la claridad informativa, la empresa ha anunciado que adoptará un nuevo formato de presentación de resultados, denominado "Financial Open House", que será transmitido en directo a través de múltiples plataformas digitales.
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