El valor de Opendoor, la plataforma especializada en transacciones inmobiliarias, cerró la semana con una notable corrección. Durante la sesión del viernes, las acciones llegaron a desplomarse hasta un 5,14%, reflejando la reacción de los inversores ante unos resultados del tercer trimestre que no cumplieron las expectativas y el anuncio de un cambio estratégico de gran calado.

Un viraje estratégico hacia la tecnología
La respuesta de la compañía a estos números no se ha hecho esperar. Bajo el liderazgo de su nuevo director general, Kaz Nejatian, Opendoor ha comunicado un giro de 180 grados en su modelo de negocio. El objetivo es abandonar progresivamente el tradicional "house flipping", una actividad que consume grandes cantidades de capital, para convertirse en una empresa de software impulsada por inteligencia artificial. La dirección se ha marcado como meta alcanzar la rentabilidad a finales de 2026, un horizonte ambicioso si se consideran las pérdidas actuales.
Esta apuesta por el futuro ha recibido un espaldarazo significativo: el propio Nejatian realizó una compra de acciones por valor de aproximadamente un millón de dólares el 12 de noviembre. Esta operación es interpretada en los mercados como una clara muestra de confianza en el éxito del nuevo rumbo.
El detalle de unos resultados que alarmaron
Los datos financieros presentados el pasado 6 de noviembre confirmaron las dificultades por las que atraviesa la empresa. El informe del tercer trimestre reveló un descenso del 33,6% en los ingresos, que se situaron en 915 millones de dólares. Paralelamente, la compañía registró una pérdida neta de 90 millones de dólares.
¿Te interesa Opendoor? Descubre cómo invertir como los profesionales de BlackRock y Vanguard - una estrategia simple transformó USD 500 en USD 266.902 en 10 años. Inversores de Opendoor: Inscríbete al webinar gratuito aquí y aprende esta técnica probada.
El origen de este deterioro se encuentra en el marcado descenso del número de viviendas vendidas, un fenómeno directamente vinculado a las complejas condiciones que actualmente caracterizan al mercado de la vivienda.
La paradoja de una acción volátil
El panorama para la acción de Opendoor presenta una dualidad llamativa. A pesar del reciente retroceso, el desempeño interanual del título continúa siendo extraordinariamente positivo, con una revalorización que supera el 383%. Este espectacular repunte ha estado alimentado principalmente por la confianza de los pequeños inversores y el optimismo ante las posibilidades que podría deparar la nueva estrategia corporativa.
Sin embargo, el consenso entre los analistas profesionales mantiene una postura predominantemente escéptica. La recomendación mayoritaria sigue siendo "vender", sustentada en las dudas persistentes sobre la viabilidad del modelo de negocio iBuying, el elevado nivel de endeudamiento que lastra el balance y los riesgos inherentes a la ejecución de una transformación de tal magnitud.
El futuro se juega en la ejecución
Los próximos trimestres serán determinantes para juzgar la efectividad de lo que ya se denomina "Opendoor 2.0". La compañía ha establecido objetivos concretos para el cuarto trimestre, entre los que destaca un incremento de al menos un 35% en las adquisiciones de viviendas. A este propósito se suma la intención de recortar de forma drástica los costes operativos. El cumplimiento de estos planes será la verdadera prueba de fuego para el relanzamiento del negocio.
