Minicomputadoras ¿Qué son?
Seguro que cuando te hablan de minicomputadoras, visualizas un pequeño dispositivo que cabe con comodidad en la palma de tu mano. ¡Claro que no! Las verdaderas minicomputadoras eran quizás más grandes que una PC de escritorio moderna cuando salieron al mercado.
Sin embargo, comparándolas con las enormes bestias que existían por aquel tiempo, sí que eran minis!
Qué vas a encontrar aquí: Qué son las minicomputadoras? Características, historia, función y ejemplos de minicomputadoras. Diferencias entre minicomputadora y microcomputadora
- ¿Qué son las minicomputadoras?
- Características de las minicomputadoras
- Historia de las minicomputadoras
- Ejemplos de minicomputadoras
- Para qué sirven las minicomputadoras?
- Ejemplos de usos de minicomputadoras
- Diferencias entre minicomputadora y microcomputadora
- Las primeras microcomputadoras
- Las minicomputadoras en la actualidad
¿Qué son las minicomputadoras?
Una minicomputadora no es como su nombre puede indicar, una computadora muy pequeña.
Debe su nombre a cuando las computadoras eran enormes, y cualquier desarrollo computacional menor a los tamaños acostumbrados en esos días, debía ser llamado “mini”.
Podría decirse que las minicomputadoras son un tipo específico de computadora multiusuario, ubicadas, en términos de proceso computacional, entre los grandes sistemas multiusuario del tipo mainframe y las computadoras, estaciones de trabajo y sistemas de datos monousuario, como nuestra propia PC.
Sin embargo, a pesar de estar emparentadas con los mainframes por capacidad, lo cierto es que no ofrecen el mismo nivel de procesamiento.
Nacen en la década de 1960 de la necesidad de contar con un sistema de cómputo de bajo costo, comparándolo con un mainframe, y de bajo mantenimiento, tanto de especialistas para operarlo como de personal técnico para repararlo.
Más adelante en este mismo post encontrarás información acerca de la historia de las minicomputadoras.
Características de las minicomputadoras
En líneas generales una minicomputadora es un sistema multiproceso, es decir que puede realizar múltiples procesos en paralelo, y capaz de resolver las peticiones de más de 200 usuarios en forma simultánea.
En comparación con los varios miles de usuarios que puede gestionar un mainframe, 200 parece una cifra bastante pobre, pero no debes olvidarte que fue diseñada con el propósito de abaratar costos y personal para que el poder de proceso de una mainframe fuera accesible a empresas que no tenían los recursos necesarios para tener instalado uno de estos gigantes en planta.
Con respecto específicamente a sus características, una de las primeras cosas que hay que destacar es que en su época las minicomputadoras fueron diseñadas, además de ofrecer equipos de alta potencia a costos más reducidos que los de un mainframe, para ofrecer una forma sencilla de conectar instrumentos y herramientas científicas, así como otros dispositivos de E/S a través de una arquitectura simple.
En esto ayudaba mucho que el sistema se programara en lenguaje ensamblador, además se diseñaron con transistores, lo que permitía muchas ventajas con respecto a las válvulas, las que además añadirían el problema del tamaño y el consumo eléctrico.
Todo ello permitía que el equipo fuera muy accesible aun hasta para técnicos no capacitados para ello, lo que podían, gracias a la simpleza de diseño de las minicomputadoras, modificarlas en el mismo laboratorio para utilizarlas en otras tareas para las cuales no había sido diseñada, pero que sin embargo podían llevare a cabo.
Es decir que sumados a la posibilidad de acceder a la electrónica interna para poder ampliarla o modificarla, y la simpleza del diseño de las minicomputadoras, volvían a esta clase de equipos muy versátiles, una característica fundamental para su aceptación en ámbitos como la ciencia y la ingeniería.
Otra de las características más importantes de las minicomputadoras es el multiprocesamiento, es decir la capacidad de procesar varios trabajos o peticiones en forma simultánea.
Para ello las minicomputadoras tienen instalados en su electrónica uno o más procesadores, precisamente el factor que les permite trabajar con holgura con cargas de trabajo muy pesadas.
Para acceder a una minicomputadora, cada usuario debe tener su propio terminal, es decir un dispositivo equipado con un monitor y un teclado, mediante el cual se le pasan directrices a la minicomputadora.
En este punto la minicomputadora llevará a cabo las tareas solicitadas por todos sus usuarios dependiendo de la tarea y los recursos disponibles en el equipo en ese momento.
Obviamente, el rendimiento de una minicomputadora dependerá conforme la cantidad de solicitudes que realizan los usuarios.
A mayor cantidad, puede ser que el equipo se tome más tiempo para devolver una respuesta, claro está que dependerá del hardware instalado en dicha minicomputadora.
Esta pérdida de rendimiento se encuentra relacionada estrechamente con el tamaño de las minicomputadoras.
Normalmente, una minicomputadora puede albergarse en gabinetes de rack estándar de 19 pulgadas, mientras que un mainframe puede ocupar una habitación de grandes dimensiones.
Historia de las minicomputadoras
Las primeras minicomputadoras fueron desarrolladas por IBM en la década de 1960.
El objetivo era poder ofrecer al usuario una computadora orientada a las aplicaciones y servicios comerciales que requerían del gran poder de procesamiento y eficiencia de los mainframe.
Además esto debía ser a un costo mucho menor, es decir que estuviera al alcance de muchas compañías medianas que no contaban con el presupuesto para poder adquirir y mantener una de aquellas bestias de cómputo que ocupaban habitaciones enteras.
Un ejemplo claro del éxito de las minicomputadoras en el ámbito del comercio y la industria es el de la minicomputadora PDP-8 (Programmed Data Processor – 8), desarrollada por DEC en 1965, la cual se extendió en más de 50.000 instalaciones.
Las minicomputadoras con el paso del tiempo y la tecnología se hicieron cada vez más pequeñas y poderosas, hechos en los que la aparición en el mercado de circuitos integrados de la Serie 7400 y las mejoras en el desarrollo de las memorias RAM tiene mucho que ver.
Esto permitió que las minicomputadoras comenzaran a utilizarse en campos como el diseño industrial y otros ámbitos, por su costo y performance.
El costo de una minicomputadora con respecto a un mainframe era aproximadamente 10 veces menor, lo que también permitió que organizaciones más pequeñas pudieran comprar, instalar y mantener sus propias computadoras y no depender de terceros para ello.
Paradójicamente, el desarrollo de circuitos integrados cada vez más capaces y pequeños también marcó la desaparición de las minicomputadoras, ya que fomentó la aparición de computadoras cada vez más pequeñas y cercanas a la performance de una minicomputadora.
La aparición el mercado de los microprocesadores 80286 y 80386 en los años 1980, marcó el inicio del fin del éxito de las minicomputadoras.
Ten en cuenta que los costos de los equipos equipados con este tipo de procesadores era mucho menor, además si le sumamos que se podían comunicar entre ellos mediante una red de área local a un costo bastante bajo y compartir diversos recursos, definió como sería la computación para el resto de la década.
A partir de la década de 1990, el mercado ya había dado el paso hacia las computadoras personales, y las minicomputadoras cayeron en el olvido.
Algunas sobreviven todavía hoy en algunas empresas asignadas a tareas de gestión, como por ejemplo las AS/400 de IBM, lanzados en la década de 1980, pero se encuentran siendo reemplazadas por sistemas ERP que brindan muchos más beneficios y son más eficientes que esta anticuada tecnología.
Ejemplos de minicomputadoras
Mencionamos más arriba que la PDP-8 fue la minicomputadora con más éxito comercial de su época. Para facilitar su uso, esta computadora estaba diseñada para poder ser programada en lenguaje ensamblador.
Su diseño era realmente muy sencillo, por lo menos en los tres aspectos fundamentales, es decir que tanto en lógica como en topología y su electrónica eran comprensibles, lo que le permitía a los técnicos de la época poder añadirle dispositivos de entrada y salida, con el objetivo de buscar nuevas formas de usar este dispositivo.
Lamentablemente, tenía apenas 4.096 palabras de memoria, siendo la longitud de la misma de tan sólo de 12 bits.
Estos elementos limitaban en mucho el campo de acción de esta minicomputadora, ya que eran límites muy estrechos incluso para aquella época tan primitiva. Sin embargo, el precio al que se comercializaba esta minicomputadora en el mercado, compensaba totalmente la carencia de potencia de este modelo.
Otro icono de las minicomputadoras fue la Hewlett-Packard Serie HP-3000, una serie de minicomputadoras desarrolladas y lanzadas al mercado por la firma norteamericana a principios de la década de 1970, más precisamente en el año 72.
La Serie HP-3000 fue desarrollada con el objetivo de ser la primera minicomputadora que se entregara al cliente ya con un sistema operativo con tiempo compartido ya instalado en el sistema.
Si bien al principio de su historia tuvo algunos inconvenientes de diseño relacionados con la estabilidad y el rendimiento del sistema operativo, con el paso del tiempo estos problemas se fueron subsanando.
Finalmente pasó a ser considerada como una minicomputadora confiable, segura y poderosa, que hasta incluso pudo disputarle parte del mercado a un competidor poderoso como IBM.
Otras minicomputadoras conocidas en el mercado son la CDC 160A y la CDC 1700, desarrolladas por Control Data.
También se suman Texas Instruments con su TI-990, una minicomputadora de gran éxito comercial desarrollada y vendida entre las décadas de 1970 y 1980 por Texas Instruments, las Series VAX y DEC PDP, desarrolladas por NEC y consideradas como las primeras minicomputadoras comerciales de 32 bits, la Data General Nova, una minicomputadora de 16 bits en formato rack desarrollada por la compañía Data General y la Interdata 7/32 y 8/32, minicomputadoras de 32 bits desarrolladas y lanzadas por la firma Interdata en el año 1973.
Para qué sirven las minicomputadoras?
En líneas generales, el uso de una minicomputadora en una empresa es el mismo que el de un mainframe.
Ambos son utilizados para la gestión y proceso de grandes volúmenes de datos y la ejecución de cálculos complejos.
La diferencia fundamental entre ambos tipos de computadoras es el tamaño, relacionado estrechamente con la performance, y el tipo de actividad a la cual la empresa se dedica.
Esto significa que si una empresa requiere de potencia de proceso pero un mainframe estaría sobredimensionado por costo y tamaño, una buena opción es una minicomputadora. O por lo menos lo era hace unos cuantos años.
La potencia de las minicomputadoras es mucho menor a la de un mainframe, de modo que se utilizan para tareas en donde la necesidad de potencia de cálculo o la especialización en una labor específica no sean motivos excluyentes.
Una minicomputadora es un equipo que puede ser usado en multitud de propósitos, ya que es capaz de procesar con rapidez y eficiencia datos de todo tipo, y además brinda la posibilidad de que se conecten a ella múltiples usuarios a la vez, que procesan y almacenan datos.
Esta flexibilidad permite que las minicomputadoras sean utilizadas para investigación científica y de ingeniería, el proceso de transacciones en el comercio y en la banca, la gestión de grandes cantidades de archivos y administración de bases de datos.
Un uso general de las minicomputadoras en su momento de apogeo fue como soporte de los mainframes, es decir que un mainframe controlaba toda la operatoria, mientras cada departamento de una empresa u organización podía tener una minicomputadora en donde sus usuarios podían procesar sus propios datos.
Con este tipo de interconexiones, la flexibilidad que se podía alcanzar no tenía prácticamente competencia en esos años, y estaba solo limitado por los recursos de la empresa que lo ponía en práctica.
Ejemplos de usos de minicomputadoras
A través de los años, las minicomputadoras se usaron en muchos escenarios, debido a su flexibilidad.
Uno de estos ámbitos fue la programación, quizás el aporte más importante que dejaron las minicomputadoras, ya que lograron que cada vez más científicos y público en general quisieran aprender a programar estos dispositivos para alcanzar sus propios objetivos.
Con cada vez más personas aprendiendo a programar, y cada vez más programadores, se comenzó a transitar un camino que derivaría años más tarde en la tecnología que conocemos y damos por hecho en la actualidad.
Sin embargo, lejos del ámbito del aprendizaje, las minicomputadoras jugaron un papel fundamental en otras áreas, que antes eran controladas de manera inadecuada, produciendo fallas y problemas en las líneas de producción.
Estos equipos comenzaron a ser utilizados con gran éxito por infinidad de empresas para el control de los procesos de fabricación de los productos que elaboraban, con lo que se obtuvieron sustanciales mejoras en el rendimiento de la producción.
Otros ámbitos en donde las minicomputadoras jugaron un papel más que importante fueron por ejemplo la ingeniería, para el cálculo de intrincados procesos de diseño, las comunicaciones y otros campos en los que las minicomputadoras se volvieron con el tiempo herramientas indispensables.
También las minicomputadoras fueron muy utilizadas en el ámbito de las empresas para la gestión y administración de todo tipo de datos.
Estos dispositivos permitieron que lo que antes de su instalación se hacía prácticamente a mano, pasara a esta completamente automatizado, con lo cual además se ofrecía la posibilidad de compartir estos datos de manera sencilla y rápida con los demás departamentos de la compañía, entre muchas otras ventajas operativas.
Diferencias entre minicomputadora y microcomputadora
Si bien las denominaciones “microcomputadora” y “minicomputadoras” parecieran indicar que se trata del mismo tipo de dispositivo, lo cierto es que poco tienen que ver entre sí; son dos tipos de computadoras completamente diferentes.
Para entender esto, debes pensar que al principio las computadoras eran gigantes, por ello cualquier cosa más pequeña que ENIAC era “Mini”.
En la actualidad, la denominación “microcomputadora” suele hacerse con referencia a la computadora que tenemos en casa o en la oficina, sea portátil o de escritorio.
En cambio las minicomputadoras, objeto de este post, y que como sabemos tuvieron su auge entre las décadas de 1960 y 1980, eran verdaderamente grandes, tan grandes como 2 metros y más de 300 kilos de peso.
Su nombre se obtiene a partir del enorme tamaño que tenían por aquel tiempo los mainframes, y siguiendo con el esquema de llamar pequeño a todos los dispositivos de menor tamaño que estos elefantes de silicio y metal, el mote de minicomputadora quedaba perfecto, por lo menos en aquellos años.
En pocas palabras, podríamos resumir que la microcomputadora es aquel dispositivo que cuenta con un microprocesador, como cualquier PC de escritorio o notebook.
Ten en cuenta que en el momento de su aparición en el mercado, las minicomputadoras no usaban circuitos integrados, ni mucho menos microprocesadores, eran completamente transistorizadas, y el tamaño que alcanzaban gracias a esta limitación, hicieron la diferencia entre “Micro” y “Mini”.
Fue recién en la década de 1970 cuando las denominaciones comenzaron a cambiar un poco, sobre todo con el lanzamiento de la Altair 8800.
En este punto, se comenzaron a ver los primeros desarrollos comerciales de microcomputadoras, que resultaron mucho más económicos y sencillos de usar y programar que las minicomputadoras.
A pesar de su tamaño reducido, las microcomputadoras son capaces de llevar a cabo todas las tareas que realiza una minicomputadora, incluida la posibilidad de gestionar múltiples peticiones de diferencies usuarios.
Además son mucho más baratas, sencillas de operar y mantener, y llegado el caso de falla catastrófica, se reemplaza con el mínimo de problemas.
Otro punto por el cual las microcomputadoras han ido con el tiempo reemplazando a las minicomputadoras es que pueden llegar a tener velocidad de proceso realmente altas, así como la posibilidad de añadir almacenamiento de archivos y datos casi interminable.
Otra diferencia muy importante con respecto a las minicomputadoras es que las microcomputadoras pueden conectarse en línea formando redes, lo cual le permite tener acceso a recursos como almacenamiento y periféricos de cualquiera de las otras minicomputadoras conectadas a la misma red.
Las primeras microcomputadoras
La primera microcomputadora que vio la luz fue un desarrollo de la firma japonesa Sord Computer Corporation, quienes en 1972 lanzaron al mercado la microcomputadora SMP80/08, que fue seguida inmediatamente por la SMP80/x, en el año 1974.
Sin embargo, podría hablarse de un desarrollo anterior, el Micral N, de 1973, cuyos planos y patentes se otorgaron bajo el término “Micro-ordinateur”, palabra francesa que significa “Micro ordenador” o “microcomputadora”.
Esta palabra fue elegida para demostrar que el equipo era el primero del mundo en ofrecer como unidad central de proceso un microprocesador.
Mientras tanto, en los Estados Unidos, la compañía MITS lanzaba como kits los primeros ejemplares del Altair 8800, equipados con una RAM de 256 bytes.
Con el paso de los años, estos dispositivos fueron creciendo en prestaciones y capacidad, gracias a la evolución de los microprocesadores, cada vez más potentes y más pequeños, sin embargo, lejos de tener un precio más elevado gracias a esto, se volvieron también más baratas y sencillas de utilizar.
Cabe destacar en este punto que el uso de las expresiones “microcomputadora” o “minicomputadora” han caído en desuso, ya que en la actualidad no existe una diferencia entre las diversas tecnologías como las usadas en las notebooks, pequeñas y portátiles, y las computadoras de escritorio, más grandes pero muchas veces de performance similar a las portátiles.
Quizás el único término que todavía es adecuado para definir a un tipo específico de computadora es el de “Supercomputadora”, el cual es un tipo diferente de dispositivo, increíblemente más potente y eficaz que cualquiera de los citados en este post.
Conoce la microinformática
Las minicomputadoras en la actualidad
Resumiendo un poco todo lo que aprendimos en este post acerca de las minicomputadoras, podemos decir que estos dispositivos básicamente son computadoras que se encuentran ubicadas en un lugar, o mejor dicho rango, intermedio entre los sistemas monousuarios como las microcomputadoras, las computadoras personales y los grandes sistemas multiusuario como los sistemas de mainframe.
Esto si lo viéramos como una especie de escala jerárquica, lo cual es lo correcto.
Esta jerarquía se puede trazar hasta los primeros años de la tecnología informática, momentos en los que se requería algún tipo de diferenciación para poder ofrecer al usuario una forma sencilla de poder elegir el tipo de computadora adecuada a su necesidad.
Esta necesidad parte de los altos costos de este tipo de computadoras, y el alto coste de operación que significaba tenerlas operativas.
Estos niveles diferenciaban básicamente por la capacidad y potencia de los dispositivos, es decir que podías encontrar en esta jerarquía desde sistemas computaciones integrados que podían operar de forma automática, hasta dispositivos que podían procesar todos los datos provenientes de una red de computadoras y realizar múltiples tareas de forma paralela y simultánea.
En este punto, la minicomputadora era considerada como un dispositivo que podía ofrecer poca capacidad.
Sin embargo, su capacidad y eficacia eran suficientes como para ser elegidos como los sistemas informáticas de muchas empresas, que si bien no podían darse el lujo de poseer un mainframe, o simplemente no lo necesitaban un mainframe debido al flujo de datos que movían, con estas minicomputadoras podían llevar a cabo todas las tareas computacionales que se les pedía sin problemas y con gran rendimiento, ambas realidades que las microcomputadoras de la época no estaban en condiciones de cumplir.
Obviamente que con el paso del tiempo este concepto de minicomputadora se volvió obsoleto.
La tecnología ha seguido avanzando, alcanzando logros verdaderamente increíbles, como las computadoras cuánticas.
Es decir que en la actualidad el papel de las minicomputadoras, las microcomputadoras y el mainframe están un poco mezclados, debido fundamentalmente a la gran potencia, seguridad y rendimiento que se puede alcanzar en muy poco espacio.
Si bien el mainframe todavía se utiliza en muchos ámbitos, lo cierto es que la mayoría de las veces cumple el papel de gran servidor con el objeto de dar soporte a una red de estaciones de trabajo en una empresa.
Pero lo más importante en este repaso es que el término "Minicomputadoras" dejó de utilizarse ya hace varios años, siendo remplazado por “Computadora de gama media”. Ejemplos de ellos son los sistemas SPARC de gama alta, las computadoras Power ISA o Itanium de Oracle, y los desarrollos de IBM y Hewlett-Packard, entre otros.
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Leí todo el artículo y algo que me dio la impresión que se redundo en lo mismo, no se exacta mente, pero siento que algo falto para hacerlo mas asimilable, esta es mi humilde opinión, tal-vez estoy equivocado,pero un vídeo sería mejor para entender el tema.