El valor de Eli Lilly en bolsa enfrenta una prueba de fuego. Recién alcanzada la histórica capitalización de mercado de un billón de dólares, la farmacéutica ha decidido implementar una reducción agresiva en el precio de su fármaco estrella para la pérdida de peso, Zepbound. Esta maniobra, interpretada por muchos como una declaración de guerra comercial, ha generado incertidumbre entre los inversores, quienes se preguntan si el sacrificio de los márgenes actuales se verá recompensado con un dominio del mercado a largo plazo.
Una respuesta estratégica a múltiples presiones
A través de su plataforma de venta directa, LillyDirect, la compañía ha ajustado a la baja el coste mensual de Zepbound. La dosis de 2,5 mg pasa de 349 a 299 dólares, mientras que la presentación de 5 mg experimenta un recorte de 100 dólares, quedando en 399 dólares mensuales.
Este movimiento no se produce en el vacío. Por un lado, es una réplica directa a su principal competidor, la danesa Novo Nordisk, que recientemente realizó ajustes similares en los precios de sus terapias análogas, Wegovy y Ozempic. Por otro, analistas señalan que la decisión responde también a compromisos adquiridos con las autoridades regulatorias estadounidenses, en el marco de los esfuerzos de la anterior administración Trump por contener los costes de los medicamentos. El objetivo dual es evidente: ampliar el acceso a los tratamientos y capturar un volumen de mercado masivo.
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La reacción inmediata en Wall Street
El mercado ha castigado la acción tras el anuncio, reflejando el temor predominante a una erosión de la rentabilidad en el corto plazo. El título acumula tres sesiones consecutivas en rojo, con una caída cercana al 5% en la semana, alejándose significativamente de sus máximos anuales. El gráfico técnico entra en una fase de consolidación, donde se están probando niveles clave de soporte, mientras los grandes fondos institucionales evalúan la sostenibilidad de esta estrategia de precios bajos.
El optimismo analítico permanece intacto
A pesar de la volatilidad actual, el consenso entre las firmas de análisis financiero mantiene una perspectiva decididamente alcista. Bank of America ha revisado al alza su precio objetivo de forma espectacular, desde 950 hasta 1.286 dólares, fundamentando su postura en la solidez estructural del negocio de los agonistas GLP-1. En la misma línea, los analistas de Bernstein SocGen Group han elevado su objetivo a 1.300 dólares, reiterando su recomendación de "Outperform".
Este optimismo se sustenta en datos fundamentales sólidos. Las prescripciones de Zepbound continúan su trayectoria ascendente, registrando un incremento aproximado del 5% hasta alcanzar nuevos récords. Además, el pipeline de la compañía incluye activos prometedores como el medicamento oral Orforglipron, otro agonista GLP-1 que podría convertirse en el próximo motor de crecimiento.
La incógnita final reside en si la explosión esperada en el volumen de ventas, dentro del colosal mercado de la obesidad, será suficiente para compensar con creces la reducción de precios. Lo que ya es un hecho es que la batalla por el liderazgo en este sector ha escalado a una nueva y más intensa etapa.
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