La corporación tecnológica Oracle ha desencadenado una reacción en cadena en el sector con el anuncio de una cartera de pedidos sin precedentes, situada en 455.000 millones de dólares, una cifra que supera con creces todas las previsiones del mercado. Este volumen colosal de negocio requiere una capacidad de procesamiento masiva, lo que sitúa a Nvidia en una posición de privilegio como proveedor clave de la infraestructura necesaria.

Un catalizador de crecimiento para el gigante de los chips
El monumental backlog de Oracle no es solo un indicador de su propio éxito; funciona como una garantía de crecimiento inmediato para Nvidia. Para poder ejecutar estos compromisos, Oracle se ve obligada a expandir de forma agresiva su infraestructura de centros de datos, diseñada para satisfacer la demanda de servicios en la nube. El componente central de esta expansión son las nuevas unidades de procesamiento gráfico (GPUs) Blackwell de Nvidia.
Este fenómeno está reconfigurando la percepción del mercado. La noticia de Oracle confirma de manera indirecta que la revolución de la inteligencia artificial se encuentra aún en una fase temprana, lejos de su punto máximo, y reafirma el dominio indiscutible de Nvidia como el principal proveedor de hardware para esta tecnología.
Los grandes fondos de inversión toman posiciones
El movimiento no ha pasado desapercibido para los inversores más sofisticados. Durante el segundo trimestre, dos gestores de fondos de cobertura de gran renombre establecieron nuevas posiciones significativas en la compañía. Se trata de Daniel Loeb, de Third Point, y David Tepper, de Appaloosa Management. La entrada de estos pesos pesados con capitales multimillonarios es un indicativo de confianza que suele atraer la atención del capital institucional.
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Los resultados que respaldan el optimismo
Los fundamentales de Nvidia continúan siendo extraordinariamente sólidos. La empresa reportó unos ingresos de 46.700 millones de dólares en su segundo trimestre fiscal de 2026, lo que representa un incremento interanual del 56%. Su división de centros de datos fue la principal impulsora de este resultado, con una contribución de 41.100 millones de dólares y un crecimiento idéntico del 56%.
Para reforzar aún más la confianza de los accionistas, la dirección de la compañía anunció un incremento de 60.000 millones de dólares en su programa de recompra de acciones. Esta decisión se interpreta como una señal clara de que la propia empresa considera que su cotización en bolsa no refleja su verdadero valor.
Las ventas del CEO: una cuestión planificada
Recientemente, las operaciones de venta de acciones realizadas por el director ejecutivo, Jensen Huang, por un valor aproximado de 76 millones de dólares en dos tramos durante el mes de julio, generaron ciertas dudas. Sin embargo, el contexto demuestra que la alarma era infundada. Dichas transacciones se ejecutaron bajo un plan de trading 10b5-1, establecido previamente en el mes de marzo. Estos mecanismos, definidos con antelación, son herramientas comunes para la diversificación patrimonial personal y no guardan relación con la visión interna sobre la valoración de la empresa.
El efecto Oracle deja patente que la narrativa de crecimiento de Nvidia en el campo de la IA dista mucho de haber concluido. El verdadero debate ahora gira en torno a cuál será el próximo techo para su valoración bursátil.
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