La empresa neerlandesa ASML, considerada durante años como el proveedor indispensable con cuasi monopolio para la fabricación de chips, enfrenta un panorama creciente de incertidumbre. Su cotización muestra signos de debilidad, el volumen de operaciones se contrae y los sólidos beneficios reportados no logran ocultar una realidad: la esperada recuperación del negocio se retrasa. ¿A qué obedece este repentino cambio de tendencia?

Un mercado en espera
Durante la sesión del viernes, la acción de ASML cerró con una caída del 1,3%, situándose en 1.006,98 dólares estadounidenses. El dato más revelador, sin embargo, fue el desplome del volumen negociado, que se redujo un significativo 24%. Únicamente 1,27 millones de títulos cambiaron de manos, una cifra muy por debajo del promedio habitual de 1,67 millones. La presión vendedora llegó a empujar el precio intradía hasta los 981 dólares. Este comportamiento refleja una clara cautela por parte de los inversores y consolida una tendencia bajista en el corto plazo.
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El optimismo de los analistas frente a la realidad
La comunidad financiera mantiene, en general, una perspectiva optimista aunque con reservas. De un total de 27 evaluaciones, 4 recomiendan la compra fuerte, 17 se decantan por comprar y 6 aconsejan mantener la posición. El precio objetivo promedio se sitúa en 1.076,33 dólares. Wells Fargo ha sido incluso más positivo, elevando su objetivo desde 1.105 a 1.140 dólares. No obstante, esta confianza choca con las señales concretas que emite el mercado y la empresa.
Los últimos resultados trimestrales alimentan la preocupación. Aunque ASML superó las expectativas de beneficio por acción (6,41 dólares frente a los 6,27 dólares previstos), los ingresos fueron decepcionantes. La facturación de 8.710 millones de dólares no alcanzó los 8.990 millones proyectados, poniendo de relieve varios desafíos:
- La dirección anticipa una recuperación lenta en la entrada de nuevos pedidos.
- Se observa una presión en los costes, evidenciada por la caída de la margen bruta del 51,3% al 50,3%.
- Los elevados desembolsos en inversión están impactando negativamente en el flujo de caja libre, que ya ha registrado una contracción superior al 20% interanual.
Divergencia entre los grandes inversores
El sentimiento también está dividido en el ámbito de la inversión institucional. Mientras que Point72 Asset Management ha dado un voto de confianza al abrir una nueva posición valorada en 430,1 millones de dólares, otros grandes gestores han optado por reducir su exposición a la compañía. En conjunto, los inversores institucionales controlan el 26,07% del capital, pero sus movimientos contradictorios son un termómetro de la elevada incertidumbre que rodea al valor. La pregunta que planea es si la fe de los analistas está bien fundada o si, por el contrario, los vientos en contra son más fuertes de lo esperado.
