¿Qué es NFC? ¿Para qué sirve? Cómo se usa?

Con la evolución tecnológica, los sistemas de transmisión de datos por medios inalámbricos han alcanzado una madurez que les ha permitido convertirse en una alternativa más que viable a cualquier sistema que se comunique a través de cables, con todos los beneficios y ventajas que ello conlleva. Y quizás en un futuro no demasiado lejano, sea posible un mundo sin ataduras y completamente móvil, como lo podremos ver a lo largo de este artículo.

En este sentido, Wi-Fi, Bluetooth y cualquiera de los otros sistemas de comunicación sin cables, como NFC, el protagonista de este post, han dado los pasos necesarios para que el consumidor aprenda a confiar y a utilizar sin ningún tipo de temor este tipo de tecnología sin preguntarse, ya que en una primera instancia de su adaptación e implementación, muchos usuarios desconfiaban de algunos aspectos de la seguridad en las transmisiones de datos que éstos proveían.

Sin embargo, lo años pasaron y los mencionados sistemas inalámbricos se han convertido en un standard, a tal punto que hoy es imposible lanzar al mercado un dispositivo que no cuente con al menos una de las tecnologías, WI-Fi o Bluetooth. Ahora, existe un tercer sistema que si bien lleva cierto tiempo en el mercado, todavía no está plenamente extendido. Se trata de NFC, la cual permite básicamente transferir datos entre dispositivos que se encuentren cerca. Pero como toda nueva tecnología, también ofrece ciertos riesgos, los que conoceremos en este artículo.

Índice de Contenidos
  1. ¿Qué es NFC?
  2. ¿Cómo funciona NFC?
  3. NFC vs Bluetooth
  4. ¿Para qué sirve NFC?
    1. Pagar con NFC
    2. Usar NFC para abrir el automóvil
    3. Usar NFC en el cajero automático
    4. Transferir fotos, vídeo o música con NFC
    5. NFC como servicio público
    6. Usar NFC como documento personal
    7. Otros usos prácticos del NFC
  5. Cómo activar el NFC en tu móvil
    1. Activar NFC en Android
    2. Activar NFC en iOS
  6. Historia de la tecnología NFC
  7. Qué debemos saber acerca de la seguridad y NFC
    1. Corrupción de datos en comunicaciones NFC
    2. Intercepción de datos en comunicaciones NFC
    3. Virus y malwares en las comunicaciones NFC
  8. Futuro del NFC

¿Qué es NFC?

NFC es una tecnología de comunicaciones inalámbrica entre dispositivos que tiene la particularidad de exigir que los mismos estén dentro de un radio de alcance realmente muy corto para poder funcionar. De allí su nombre, NFC, que son las siglas de “Near Field Communications”, que en español significa “Comunicaciones de campo cercano”.

Esta tecnología NFC está diseñada para funcionar si los aparatos se encuentran a pocos centímetros el uno del otro. Además de esto, es necesario, obviamente, que los smartphones o tablets estén equipados con el chip NFC en modo receptor o emisor, y su respectiva antena.

Sin embargo, aunque parezca que por alcance pueda resultar inútil, no lo es para nada, ya que es capaz de ofrecernos un abanico increíblemente amplio de funciones. Entre ellas, y este es un listado muy corto, podemos citar pagos electrónicos a servicios, validación e identificación, transporte, recepción de información variada, entretenimiento y muchísimo más, como lo veremos más adelante en este mismo artículo, y lo mejor de todo es que sólo será necesario acercar el dispositivo a la fuente emisora sin emparejarlo previamente, como sucede con la tecnología Bluetooth. Cabe destacar que por supuesto, es también útil para traspasar información entre smartphones y tablets.

Básicamente, los dispositivos NFC se pueden dividir entre pasivos y activos. Entre los primeros podemos citar fichas, etiquetas, tarjetas y otros transmisores de pequeño tamaño que no requieren de fuentes de alimentación externa, y que suelen ubicarse en lugares estratégicos para estar disponibles de manera sencilla y rápida. Estos son leídos por los dispositivos NFC activos para recuperar la información que almacenan.

Más claro, la otra parte del enlace NFC es llevada a cabo por los llamados dispositivos activos, los cuales tienen la capacidad de poder recibir y enviar datos, además de comunicarse entre sí. Estos dispositivos leen las instrucciones de los dispositivos NFC pasivos y actúan en consecuencia. En este sentido, los teléfonos celulares inteligentes son el ejemplo más difundido de tecnología inalámbrica NFC.

Uno de los mejores ejemplos que podemos citar para mostrar cómo funciona una comunicación NFC son los lectores de tarjetas ubicados en las unidades de transporte público y los terminales de pago táctil.

¿Cómo funciona NFC?

Del mismo modo que otras tecnologías como Bluetooth o Wi-Fi, NFC funciona mediante la transmisión y recepción de ondas de radio, es decir que se trata de una tecnología de tipo inalámbrica. Para que esto sea de este modo, los dispositivos implicados en la transmisión deben cumplir con una serie de parámetros y especificaciones para poder comunicarse de modo exitoso.

En este caso, la tecnología NFC se basa en tecnologías más antiguas como el RFID, “Radio Frequency Identification” o en español “Identificación de frecuencias de radio”, lo que significa que reciben y envían señales de radio según el principio de inducción electromagnética. Quizás esta sea la diferencia más importante entre el NFC y otras tecnologías inalámbricas como WiFi o Bluetooth.

En el caso de NFC, es posible inducir corriente eléctrica y enviar datos a los componentes del dispositivo pasivo, por lo cual no requieren de una fuente de alimentación de ningún tipo, ya que el encargado de proveer esta alimentación eléctrica, así como los datos, es el dispositivo activo cuando entra en el rango de acción del dispositivo pasivo. Algo parecido pasa con la tecnología de carga inalámbrica, ya que usa un principio muy parecido, pero con mucha más capacidad a la hora de entregar corriente a estos dispositivos.

Con respecto a las frecuencias de transmisión y la velocidad de envío de datos de la tecnología NFC, podemos decir que se encuentra en el rango de los 13,56 megahercios y puede alcanzar hasta los 424 kilobits por segundo, lo cual si bien es una tasa de transmisión adecuada para la mayoría de las acciones que lleva adelante un usuario, como por ejemplo intercambiar datos, documentos o archivos de música y video, lo cierto es que con respecto a otras tecnologías como Bluetooth, que es capaz de alcanzar fácilmente los 20 megabits por segundo, puede quedar un poco corta para otro tipo de implementaciones.

También muy importante para tener en cuenta es que la tecnología NFC opera de tres maneras diferentes. La primera de ellas, y la más común, es la denominada “Punto a punto”, el cual permite que los dispositivos cambien de modo entre activos y pasivos con el objetivo de transmitir y recibir datos.

El segundo modo de operación es el llamado “Modo de lectura/escritura”, el cual básicamente es un método de transmisión de datos unidireccional. En este caso, el dispositivo activo se conecta con otro dispositivo para leer la información que allí está almacenada. Un ejemplo de ello son las etiquetas NFC.

Finalmente, tenemos el tercer modo de operación NFC, el cual es llamado “Emulación de tarjeta”. En estos casos, el dispositivo NFC puede funcionar como una tarjeta de crédito inteligente, lo que le permite al usuario realizar pagos o utilizar el transporte público tan sólo acercando el celular al dispositivo lector.

NFC vs Bluetooth

Más arriba mencionábamos que la tecnología Bluetooth es mucho más rápida que la NFC, y teniendo en consideración que la tecnología Bluetooth ya está ampliamente difundida, entonces, ¿cuál sería el objetivo de estandarizar una tecnología lenta?

Para esta pregunta existe una respuesta concreta y bien específica. Cada una de estas tecnologías se adapta a un uso determinado mejor que la otra. Uno de los principales argumentos que se esgrimen en este tipo de comparaciones es que la tecnología Bluetooth consume muchas más energía que NFC, y además requiere de una fuente de alimentación interna o externa. Este uso mínimo de energía convierte a la tecnología NFC en una alternativa más que interesante para su uso en dispositivos pasivos tales como las etiquetas.

Si bien este ahorro de energía puede ser una solución para lugares en donde es imposible conseguir suministro eléctrico, lo cierto es que también limita en mucho el radio de acción de la señal de radio NFC, que actualmente se encuentra en los 10 cm. de alcance, mientras que el alcance de la señal Bluetooth es de 100 mts.

Otro punto desfavorable del poco consumo de energía de los dispositivos NFC es la velocidad de transmisión de datos que se puede alcanzar. En el caso de la tecnología NFC, como mencionamos, es posible alcanzar poco menos de 500 kilobits por segundo, mientras que con Bluetooth, dependiendo de la versión del protocolo, es posible alcanzar velocidades de hasta 50 megabytes por segundo.

Sin embargo, NFC tiene un as bajo la manga, y es la posibilidad de poder conectarse mucho más rápido que Bluetooth gracias al mencionado principio de acoplamiento inductivo y la ausencia de emparejamiento manual, es posible conectarse con otros dispositivos en prácticamente una décima de segundo, lo que lo convierte en la tecnología ideal para pagar o realizar otros tipos de operaciones similares.

¿Para qué sirve NFC?

Lo más probable es que si poseemos un teléfono celular moderno, contemos entre sus características con la posibilidad de usar NFC. Sin embargo, todavía no está demasiado claro para la mayoría de los usuarios en que los puede ayudar esta magnífica tecnología más allá de los pagos electrónicos. NFC es una tecnología que nos permite llevar a cabo una cantidad bastante importante de tareas, y nos sorprendería en cuanto nos puede ayudar en nuestro trabajo diario.

En este sentido, los usos que podemos darle a la misma forman un abanico importante de opciones útiles para todo tipo de usuarios, tanto para aquellos que buscan herramientas para poder mejorar su rendimiento o expandir su capacidad como para aquellos usuarios que buscan obtener el máximo provecho con los dispositivos que lo rodean.

NFC no solamente se trata de pagos electrónicos, NFC es una tecnología que se utiliza en diferentes ámbitos como el hogar, la oficina, los bancos, la PYME, la industria y muchas otras áreas de la producción, en muchos países de todo el mundo, todos los días y con los más diversos propósitos, con un éxito más que importante.

Es por ello que a partir de este punto vamos a conocer qué podemos hacer con el NFC de nuestro celular, con el fin de intentar obtener un beneficio más de nuestro dispositivo que posiblemente nos puede llegar a ser de mucha utilidad.

Pagar con NFC

Si bien en la actualidad existen varias formas de pagar nuestros consumos de manera electrónica, lo cierto es que la tecnología por proximidad NFC es la más común y extendida en todo el mundo. Por ello, es la primera tecnología que mencionan los usuarios asociada a los pagos electrónicos. Y en realidad, por el momento es uno de los usos más extendidos de esta tecnología, ya que nos permite almacenar la información y ciertos parámetros de nuestra tarjeta de crédito en el smartphone, lo que nos facilita en mucho el proceso de compra, ya que nos ahorramos gran parte de los movimientos que tenemos que hacer por siempre para poder pagar con las tarjetas de crédito de plástico.

Básicamente pagar mediante un celular con NFC es muy similar a pagar con una tarjeta de crédito, es más, es muy probable que en el comercio nos encontremos con ambas formas de pago. NFC con el paso del tiempo ha conseguido convertirse en una de las formas más seguras y sencillas de pagar nuestros consumos, ya que lo único que tenemos que hacer es acercar nuestro teléfono, con NFC activado, a la terminal de venta y todas las operaciones necesarias para terminar la transacción se llevarán a cabo de forma automática, aun cuando no tengamos abierta la app de pagos que corresponda. Muy práctico, seguro, rápido y sencillo.

Con respecto a la seguridad de las transacciones, la tecnología NFC se ha mostrado sólida y eficaz con el paso de tiempo, en el cual ha demostrado ser igual de segura que cualquier transacción llevada a cabo con nuestra tarjetas de crédito o débito, e incluso más que estos, ya que todos los datos implicados en la operación son cifrados u ocultados con números de tarjeta virtuales. Además, en el caso que hayamos perdido el celular, o nos lo hayan robado, siempre podremos desactivar los métodos de pago mediante el acceso desde otro dispositivo.

Usar NFC para abrir el automóvil

Si bien la posibilidad de poder usar nuestro teléfono para poder conectarnos con el auto y de este modo destrabarlo, es decir abrirlo sin necesidad de tener las llaves, no es algo que haya sido implementado de manera estándar por todas las marcas de vehículos y fabricantes de tecnología, salvo algunas muy importantes que se encuentran trabajando en ello como General Motors, Samsung, Audi, BMW o Apple, lo cierto es que parece que en un futuro muy cercano si contaremos con esta posibilidad, seguramente es cuestión que todos los fabricantes se ponga de acuerdo para implementar un protocolo común.

La integración de la tecnología NFC a nuestro vehículo nos permitirá, entre muchas otras características, destrabar y abrir nuestro vehículo apenas acercando el teléfono celular al auto.

Usar NFC en el cajero automático

Si bien esta tecnología no se encuentra disponible en todos los cajeros, lo cierto es que en muchas ciudades del mundo podremos iniciar sesión en el cajero automático sin necesidad de insertar nuestra tarjeta de crédito, ya que podremos hacerlo tan sólo acercando nuestro celular al espacio indicado para ello, teniendo el teléfono celular desbloqueado, para que el dispositivo reconozca nuestro celular como una tarjeta de crédito.

Una vez que el cajero automático haya reconocido nuestro teléfono inteligente como una tarjeta, podremos operar de la misma forma de siempre.

Transferir fotos, vídeo o música con NFC

El uso de la tecnología NFC para la transferencia de datos no es una opción que esté muy extendida entre los usuarios, sin embargo es una opción que podemos usar, y que además nos brinda un par de ventajas realmente muy interesantes. El método funciona realizando la transferencia mediante WiFi Direct o Bluetooth por su alta tasa de transferencia de datos, pero usando en el medio NFC nos ahorra el proceso de emparejar los dispositivos, algo engorroso y lento para casi todos los usuarios.

Usando NFC para la transferencia de datos, también nos ahorraremos la necesidad de conectar los dispositivos mediante cables, o usar Bluetooth con su emparejamiento.

NFC como servicio público

NFC también puede ser utilizado para ofrecer distintos servicios útiles para los habitantes de una ciudad, ya que mediante las debidas etiquetas NFC ubicadas en puntos estratégicos podremos acceder a diversa información tan sólo acercando el teléfono a dicho puesto. Sin duda alguna es una opción que puede ser muy interesante para turistas o para el propio ciudadano que necesita conocer el recorrido de un determinado bus.

Usar NFC como documento personal

Si bien todavía no es una práctica que se lleve a cabo en todos lados, lo cierto es que NFC permite actuar como una especie de identificación personal, que puede ser muy práctica como acreditación o permiso de circulación dentro de un recinto. También esta es una forma de poder controlar ciudadanos en muchos espacios como el transporte público o el trabajo.

Otros usos prácticos del NFC

Además de los usos de NFC mencionados más arriba, también tenemos disponibles otras características, más enfocadas en los quehaceres diarios de cualquier usuario, y que podrán ser de mucha utilidad para automatizar ciertas tareas. He aquí algunos ejemplos de ello:

  • Aunque el estándar para la sincronización y compartición entre dispositivos sea el Bluetooth, lo cierto es que NFC es también muy interesante, pero además nos permite el paso de emparejar dispositivos, algo que como mencionamos, es muy engorroso para muchos usuarios.
  • Esto significa que podremos conectar nuestro celular mediante NFC a auriculares y altavoces, hasta incluso cámaras y otros dispositivos que cuenten con esta tecnología, de una manera mucho más rápida y menos problemática que con Bluetooth.
  • Mediante etiquetas NFC ubicadas estratégicamente en nuestro hogar o lugar de trabajo, podremos automatizar ciertas tareas como por ejemplo iniciar un determinado modo del celular, o que comience a reproducir música, o acomodar el brillo de la pantalla, ente muchas otras tareas, las cuales se iniciarán cuando el teléfono entre en el rango de acción de la etiqueta NFC.
  • Otro uso de una etiqueta NFC muy común es la posibilidad de compartir la clave Wi-Fi con familiares y amigos cuando llegan a casa, con lo cual nos ahorramos todo el proceso de dictarles el password, que muchas veces es tedioso y una pérdida de tiempo a veces bastante importante.
  • Otro ejemplo de uso de NFC muy útil es cuando estamos en una tienda, y al tener NFC activado, recibimos información acerca de los productos que allí se venden directamente en el teléfono.
  • También NFC es realmente muy útil a la hora de hacer Check-in o acceder a la habitación sin necesidad de llaves en determinados comercios como hoteles.

Cómo activar el NFC en tu móvil

En la actualidad, la mayoría de los celulares inteligentes cuentan con la función de NFC, tanto Android como iOS, por lo menos los smartphones de gama media y alta. Para poder activar el NFC de nuestro celular de la manera más sencilla y rápida para llevar a cabo alguna tarea con esta tecnología, lo único que tenemos que hacer es seguir las instrucciones que se detallan en los párrafos siguientes.

Activar NFC en Android

Activar la función de NFC en un teléfono Android es realmente muy sencillo, y requiere de muy pocos pasos, como podremos ver a continuación.

Paso 1

Para activar o desactivar la función de NFC, deslizamos hacia abajo la barra de notificaciones, y en el caso que el icono NFC se encuentre allí, directamente pulsamos sobre el mismo, tras lo cual aparecerán las opciones NFC. En el caso que no se encuentre, podremos pulsar sobre el icono de Ajustes del sistema, el cual puede variar dependiendo de la versión o UI de Android, y luego seleccionaremos la opción NFC, generalmente ubicada en “Conexiones inalámbricas” o “Dispositivos conectados”.

Paso 2

Independientemente de cómo hemos llegado, buscamos entre las diferentes opciones la correspondiente a NFC, la cual generalmente es un deslizador que tenemos que activar o desactivar.

Paso 3

Ni bien activamos la opción, podremos ver como se activan otros componentes del sistema, como “Android Beam”, lo que indicaría que el dispositivo está listo para trabajar mediante NFC.

Activar NFC en iOS

En los sistemas iOS, no existe la opción para activar o desactivar la función NFC en estos dispositivos, por lo menos a nivel usuario mediante un menú u otro elemento de control, es decir que no existe una manera sencilla de desactivar un chip NFC de forma temporal, lo que significa que la función siempre estará encendida.

Sin embargo, en los móviles superiores a iPhone 7 podemos añadir un icono de la app de lectura de tarjetas NFC al Centro de control del teléfono, lo que podemos hacer del siguiente modo:

Paso 1

Abrimos la aplicación “Ajustes” en el iPhone.

Paso 2

Nos desplazamos hasta la configuración del Centro de control.

Paso 3

Nos desplazamos hasta el botón +, pulsamos sobre el mismo y seleccionamos un lector de etiquetas NFC.

Historia de la tecnología NFC

Como sabemos, la actual tecnología NFC proviene de los desarrollos en torno a RFID, un sistema que permite básicamente la identificación a través de ondas de radio. La utilización de ondas de radio para la identificación comienza a partir de las tecnologías desarrolladas durante la segunda guerra mundial, cuando se descubrió que las ondas de radio que devolvían los radares cuando chocaban contra las aeronaves podían alterarse cuando estos realizaban determinados movimientos, lo que permitía identificarlos como “Amigos” o “Enemigos”.

Sin embargo, para que las señales de radio pudieran utilizarse de esta manera en forma efectiva, tenemos que esperar más de 40 años a que Charles Walton de Proximity Devices, una empresa formada a partir de la salida de Walton del servicio militar norteamericano, patente la tecnología RFID.

Con los años la tecnología RFID fue modernizándose y es utilizada en infinidad de aplicaciones e implementaciones, y se convirtió rápidamente en uno de los medios más rápidos de identificar y rastrear todo tipo de elementos sin necesidad de tener que sostenerlos en las manos para poder escanearlos.

Pero hubo que esperar hasta el año 2006 a que Nokia implementara una tecnología similar en funcionamiento al RFID, pero mucho más refinada, y que podía aplicarse a todo tipo de dispositivos, debido fundamentalmente a su pequeño tamaño y nulo uso de energía.

Estos fueron los primeros pasos de NFC, sin embargo esta tecnología no tuvo demasiado éxito, ni por parte de los usuarios ni de los grandes fabricantes, por lo que hubo que esperar hasta 2010 donde sí comenzó a extenderse hasta convertirse en un método de pago más que eficaz y seguro, gracias a la implementación en el mercado bancario de la tecnología “Contactless” empleado por las principales tarjetas de crédito del mundo.

Luego a ello se le sumaron diferentes billeteras virtuales y tiendas con la tecnología para que sus clientes habituales pudieran hacer uso de los chips NFC de sus celulares de manera fácil, lo que afortunadamente aumentó el interés del público por esta tecnología, tras lo cual podemos encontrarla en miles de modelos de celulares, aun de gama media baja.

Qué debemos saber acerca de la seguridad y NFC

Como hemos visto, la tecnología NFC está basada en la transmisión y recepción de señales de radio, y aunque la potencia necesaria para comenzar con el enlace es muy poca, lo cierto es que también puede ser interferida, y con ello la posibilidad de que alguien robe nuestros datos o modifique parámetros del dispositivo para dejar alguna puerta abierta para más tarde.

Pero esto no significa que tendremos que evitar su uso ni entrar en la paranoia; todas las tecnologías tienen sus riesgos, y NFC no iba a quedar exenta de ellos. El mejor ejemplo de tecnologías “inseguras” que podemos citar es el del correo electrónico, que ofrece muchos más riesgos que la tecnología NFC, pero que si usamos con precaución y teniendo en cuenta ciertas pautas de seguridad, no ofrece ningún tipo de problemática.

Si bien la tecnología NFC fue lanzada al mercado masivo en 2008, lo cierto es aún hoy todavía no se encuentra masificada, lo que significa que por ahora no es un punto de interés demasiado importante para un cracker, pero de igual modo a partir de este punto, encontraremos información para tener en cuenta, y así poder identificar cualquier problema que pudiera surgir de su uso.

Corrupción de datos en comunicaciones NFC

Las comunicaciones entre dos dispositivos a través de NFC pueden ser interceptadas por cualquier persona con el equipamiento y conocimientos necesarios, siempre y cuando se encuentre dentro del alcance de la transmisión. Esto puede ser utilizado para corromper los datos que se transmiten entre los dispositivos afectados a la transacción.

Como mencionamos, el objetivo más común perseguido por la hackers que se dedican a esto es la corrupción de los datos que se mueven entre los dispositivos, y la herramienta que utilizan para ello son ataques mediante una técnica conocida como DoS (Denial of Service), la cual satura las comunicaciones con información produciendo el bloqueo de las mismas, logrando de este modo que se produzca una comunicación exitosa.

La única manera de no caer en el engaño, lamentablemente, es apagar esta característica cuando notemos que sucede algo raro.

Intercepción de datos en comunicaciones NFC

La interceptación de datos es una técnica que el hacker utiliza con el propósito de hurtar la información que podemos intercambiar entre dispositivos mediante NFC. Una vez que el hacker ha completado la tarea de interceptar esta comunicación, puede obtener fácilmente los datos, los cuales puede registrar o transmitir a otro dispositivo o, lo que es peor, alterar la información interceptada y devolverla al receptor con datos incorrectos.

Este tipo de ataques son conocidos como “Man-in-the-middle”, ya que para poderla llevar a cabo es necesario “infiltrar” un dispositivo entre los puntos de la comunicación y lograr que los datos pasen a través del tercer dispositivo, es decir, del dispositivo infiltrado, de este modo las dos partes de la comunicación resultan engañadas pensando que el otro punto de la conexión es totalmente legítimo.

Afortunadamente, la propia naturaleza de este tipo de ataques los hace muy difíciles de realizar, ya que sería necesario que el cracker estuviera a una distancia extremadamente corta para poder realizarlo.

Para levantar una barrera contra los ataques del tipo “Man-in-the-middle” es necesario que las comunicaciones estén cifradas y en un canal seguro.

Virus y malwares en las comunicaciones NFC

Como no podía ser de otra manera, los dispositivos que utilizan la tecnología NFC también son propensos a infecciones por virus y malwares por esta vía. Y aunque parezca improbable, si un dispositivo NFC se acerca a otro en las mismas condiciones, podrían comenzar a comunicarse, y camuflada en esta comunicación, podría ser descargado software malintencionado.

Una vez que este software estuviera en nuestro dispositivo, haría lo que mejor sabe hacer, analizar el teléfono o tablet en busca de números de tarjetas de crédito, cuentas bancarias, contraseñas y cualquier otro dato o información que pudiera ser de utilidad para el hacker que lo puso allí.

En este punto, el sistema de Google para la transferencia de contenidos mediante NFC, Android Beam, puede ser el vehículo ideal para realizar estas transferencias de malware, ya que siguiendo con la lógica de no requerir aparejar los dispositivos para entablar una conexión, sólo acercarlos, incluso puede ser posible que nuestro smartphone o tablet se infecte con virus o malware con un toque accidental con otro dispositivo.

Futuro del NFC

Cuando los teléfonos celulares comenzaron a ofrecer opciones y características más que increíbles como para convertirse en una herramienta de real utilidad para era capaz de asistirnos en nuestro trabajo o incluso hacernos pasar un buen rato gracias a las redes sociales y los juegos, más allá de hablar con otras personas, muchos empezaron a fantasear con la idea de un dispositivo central que nos permitiera desprendernos de la mayoría de las costumbres que conservábamos desde hace décadas, como por ejemplo abrir la billetera para pagar en efectivo o con la tarjeta de crédito.

Pagar con el teléfono u obtener información en cualquier lugar con solo apoyar el dispositivo es hoy en día una realidad que podemos utilizar todos los días en prácticamente cualquier escenario, pero con cada día que pasa la tecnología avanza y siempre estamos buscamos la forma más simple y rápida de hacer las cosas. En esto NFC puede ser la solución ideal para el futuro, ya que se trata del instrumento ideal para permitirnos automatizar gran cantidad de tareas que antes teníamos que realizar nosotros mismos.

Como sabemos, la tecnología NFC permite que se lleven a cabo determinadas tareas cuando dos dispositivos, uno lector y el otro emisor, se acercan, lo que posibilita que NFC pueda usarse en infinidad de escenarios, como por ejemplo la identificación sin necesidad de carnets o similares, o la apertura de la puerta de calle, entre miles de opciones más.

Como mencionamos más arriba, siempre estamos buscando la forma de hacer las cosas más simples, por ello en el futuro la tecnología NFC puede ser fundamental, ya que podría integrarse con nuestro propio cuerpo, con lo cual ya ni siquiera tendríamos que tener el teléfono en las manos para llevar a cabo una tarea.

Este camino es transitado por unos 5000 suecos, los cuales ya tienen implantados en su cuerpo, más precisamente en las manos, chips NFC con información suficiente como para activar mecanismos ni bien acercan sus extremidades a determinados dispositivos. Esto les permite prescindir del teléfono, por lo menos para realizar algunas tareas como reemplazar el uso de la tarjeta de crédito, usar la tarjeta para el pasaje en el bus, o accionar algunos elementos del IOT (Internet of Things), más conocida como “Internet de las cosas”.

Otro punto favorable de NFC para el futuro es que podía usarse en el ámbito médico para detectar síntomas de enfermedades, o también con el objetivo de llevar a cabo telemetría, reemplazando, por ejemplo a los monitores Holter para la medición del ritmo cardíaco.

No cabe ninguna duda que el futuro de los chips NFC transcurrirá dentro de nuestro cuerpo, ya que la única manera lógica de pensar en utilizar esta tecnología en todo su potencial, es que no exista necesidad de tener que depender de un tercer dispositivo o teléfono celular para una verdadera automatización.

Todo lo que se menciona hasta este punto es apenas un pequeño muestrario de lo que la tecnología NFC será capaz de hacer en un futuro cercano por todos nosotros. Pero para que ello ocurro es necesario que los humanos con el tiempo aceptemos la posibilidad de llevar un chip y tecnología digital dentro de nosotros, como aceptamos llevar marcapasos, caderas de titanio o bypass gástricos, también tecnología.

Graciela Marker

Periodista independiente con más de 20 años de experiencia en medios gráficos, audiovisuales y digitales. Formada académicamente en periodismo digital y comunicación multimedia, ámbito en el que se desenvuelve hace dos décadas. Especializada en ámbitos tales como la informática y la logística empresarial, entre otros.

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