El panorama regulatorio para Microsoft experimenta un giro significativo. Google ha decidido retirar formalmente la denuncia antimonopolio presentada en septiembre de 2024 contra las prácticas de licenciamiento en la nube de su competidor. Sin embargo, esta aparente victoria para Microsoft contiene matices importantes que los inversores deben considerar.
La Comisión Europea toma el relevo
El motivo detrás de esta retirada estratégica se encuentra en Bruselas. El 18 de noviembre de 2025, la Comisión Europea inició una investigación exhaustiva bajo el paraguas de la Ley de Mercados Digitales (DMA). Este movimiento convirtió en redundante la queja privada de Google, ya que las autoridades reguladoras asumieron directamente la evaluación de Microsoft y Amazon Web Services como posibles "guardianes de acceso".
Para los accionistas de Microsoft, este cambio representa una concentración de los riesgos legales. En lugar de enfrentar batallas simultáneas contra competidores y múltiples organismos reguladores, la atención se centra ahora principalmente en el procedimiento liderado por la UE.
Resultados operativos robustos frente a la presión regulatoria
El mercado ha recibido con cauteloso optimismo estos desarrollos, reflejado en un incremento semanal superior al 3% que situó la cotización en 424,40 euros. Este sentimiento positivo encuentra respaldo en los sólidos fundamentales del negocio.
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Microsoft ha anunciado el pago de un dividendo trimestral de 0,91 dólares por acción, previsto para diciembre. Este movimiento confirma la estabilidad del programa de recompra de capital, incluso ante las cuantiosas inversiones en infraestructura de inteligencia artificial.
Las cifras del primer trimestre del ejercicio fiscal 2026 son elocuentes: con unos ingresos que rozan los 78.000 millones de dólares, la compañía demuestra que la demanda de servicios Azure AI mantiene un vigor imperturbable. El segmento continúa expandiéndose a tasas de dos dígitos, mostrando resistencia frente a los desafíos legales en Europa y Estados Unidos.
Escenarios regulatorios: novedad y continuidad
Los inversores deben distinguir entre dos frentes regulatorios con características distintas. La investigación de la Comisión Europea constituye un nuevo capítulo, mientras que el examen de la Comisión Federal de Comercio (FTC) estadounidense sobre prácticas de agrupación en la nube e IA representa una situación conocida, iniciada en noviembre de 2024 y que el mercado ya ha asimilado en gran medida.
El horizonte temporal se extiende considerablemente, ya que los analistas anticipan que el procedimiento europeo podría prolongarse hasta doce meses. La clave residirá en la paciencia de los accionistas y en la capacidad de Microsoft para mantener su impulso tecnológico. Mientras los motores de crecimiento en la nube sigan funcionando, los inversores parecen dispuestos a ignorar el ruido regulatorio. La incógnita principal sigue siendo si la acción aprovechará este momentum alcista para consolidarse por encima de importantes niveles de resistencia técnica.
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