La batalla regulatoria entre los gigantes tecnológicos experimenta un giro significativo. Google ha decidido retirar formalmente su denuncia antitrust contra las prácticas cloud de Microsoft ante las autoridades europeas, aunque la guerra por la supremacía en la nube dista de haber concluido.
Un replanteamiento estratégico
La retirada de la queja por parte de Google se produjo el pasado sábado, según confirmó Giorgia Abeltino, directora de Google Cloud Europa. La compañía había acusado a Microsoft de aprovechar su posición dominante en Windows Server para perjudicar a aquellos clientes que utilizaban plataformas de computación en la nube de la competencia, como Google Cloud o Amazon Web Services.
Sin embargo, este movimiento no constituye una admisión de derrota. La decisión responde a que la Comisión Europea ya ha iniciado una investigación más amplia sobre el sector cloud bajo el marco del Digital Markets Act. Al desaparecer el ataque legal directo, Microsoft respira aliviado, pero la sombra regulatoria persiste.
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Resultados financieros sólidos frente a posturas inversoras divergentes
Los fundamentales de Microsoft continúan mostrando una robustez extraordinaria. Al cierre de la última sesión semanal, su cotización registró un avance del 1,34%, situándose en 492,01 dólares. Con una capitalización bursátil que ronda los 3,61 billones de dólares, la empresa se mantiene entre las más valiosas del planeta.
El desempeño operativo corrobora esta fortaleza. Durante el primer trimestre del ejercicio fiscal 2026, los ingresos experimentaron un crecimiento del 18,4%, alcanzando los 77.670 millones de dólares, superando holgadamente las estimaciones de 75.490 millones. El beneficio por acción se situó en 4,13 dólares, frente a los 3,65 dólares que anticipaban los analistas. Azure sigue siendo el motor principal de esta expansión, con una demanda calificada como "extremadamente fuerte" y limitada únicamente por la disponibilidad de capacidad en los centros de datos.
No obstante, los grandes inversores institucionales muestran posturas encontradas. SYM Financial incrementó su posición en un 8,3%, mientras que Academy Capital Management convirtió a Microsoft en el componente más importante de su cartera. En el lado contrario, Logan Capital Management y Guinness Atkinson Asset Management redujeron sus participaciones en aproximadamente un 6%. A esto se suma la operación de Satya Nadella, consejero delegado de la compañía, quien vendió acciones por valor de unos 75 millones de dólares, un movimiento que los actores del mercado observan con atención.
El escrutinio regulatorio permanece activo
A pesar del repliegue de Google, el negocio cloud de Microsoft no sale del punto de mira de los reguladores. La investigación independiente de la UE sobre el sector sigue su curso y podría desembocar en normativas más estrictas a largo plazo. Para la compañía fundada por Bill Gates, esto se traduce en que, aunque ha desaparecido la presión legal inmediata de un competidor directo, las dudas sobre la conformidad de sus prácticas comerciales en el ámbito de la computación en la nube aún no se han disipado por completo.
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