El valor de Intel protagonizó una espectacular reacción en el mercado bursátil este viernes, impulsado por rumores de una posible colaboración estratégica con Apple. Después de años luchando por consolidar su negocio de fabricación por encargo, el gigante estadounidense de semiconductores podría estar a punto de lograr su mayor contrato.
Un análisis que desata la euforia
La chispa que encendió el optimismo fue el análisis publicado por Ming-Chi Kuo, experto de TF International Securities. Según su investigación, existen probabilidades muy altas de que Intel se convierta en el socio fabricante de los futuros chips de la serie M para Apple.
De materializarse esta alianza, marcaría un punto de inflexión en la industria. Hasta ahora, Apple había depositado su confianza casi exclusivamente en TSMC para la producción de sus procesadores más avanzados. La posibilidad de que el fabricante del iPhone considere a Intel como una "segunda fuente" de suministro representa un terremoto estratégico de primer orden.
Claves de una asociación transformadora
Los detalles técnicos del acuerdo potencial revelan su enorme calado estratégico para el futuro de Intel:
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- Horizonte temporal: El inicio de la producción se anticipa para el segundo o tercer trimestre de 2027.
- Volumen estimado: La fabricación alcanzaría entre 15 y 20 millones de unidades anuales, concentrándose inicialmente en modelos de entrada para dispositivos como MacBook Air e iPad Pro.
- Avance tecnológico: Apple habría recibido ya el kit de diseño para el proceso "18A" de Intel, uno de los más avanzados del fabricante.
Para Intel, este contrato validaría definitivamente su estrategia "IDM 2.0", que busca abrir sus fábricas a clientes externos. Tener a Apple como cliente de referencia enviaría un mensaje contundente sobre su competencia técnica al resto del mercado, además de alinearse perfectamente con las tendencias geopolíticas actuales de producción nacional en Estados Unidos.
El mercado responde con fuerza
Durante la sesión de "Black Friday", notablemente más corta de lo habitual, las acciones de Intel experimentaron un comportamiento excepcional. El título registró un impresionante avance del 11,91%, cerrando en 35,16 euros. El volumen de negociación se disparó muy por encima de sus promedios habituales.
Este repunte corona una notable recuperación que el valor viene exhibiendo desde principios de año, con una revalorización acumulada que supera el 78%. Con estos niveles, el papel se aproxima nuevamente a su máximo anual de 35,66 euros.
Perspectivas renovadas
El sentimiento hacia Intel ha cambiado radicalmente en cuestión de horas. Aunque los ingresos potenciales del acuerdo con Apple no se materializarían antes de dos años, el valor simbólico de esta posible asociación eclipsa por completo disputas legales menores con competidores. El foco de los inversores se centra ahora en el potencial de crecimiento que representa la cartera de pedidos de Apple. La expectativa por una confirmación oficial mantendrá el título en el centro de atención en las próximas sesiones.
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