La acción de Advanced Micro Devices (AMD) ha protagonizado una de las subidas más espectaculares de los últimos tiempos en Wall Street, registrando un ascenso superior al 40% en apenas unos días. Este movimiento excepcional responde a un acuerdo estratégico en el ámbito de la inteligencia artificial que ha revolucionado las expectativas sobre la compañía.
Un voto de confianza multimillonario
OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, ha firmado un contrato de suministro que podría reportar a AMD ingresos anuales de dos cifras en miles de millones durante los próximos cinco años. La dimensión del acuerdo es colosal: OpenAI se compromete a adquirir 6 gigavatios de las tarjetas aceleradoras de IA de AMD, lo que representa una transacción cuyo valor total podría superar los 100.000 millones de dólares.
Uno de los aspectos más significativos del acuerdo es la opción que recibe OpenAI de comprar hasta un 10% de las acciones de AMD si la cotización alcanza los 600 dólares por título. Esta cláusula refleja la profunda confianza que la compañía de inteligencia artificial deposita en el fabricante de semiconductores.
El mercado financiero reacciona
La noticia desencadenó una oleada de revisiones alcistas por parte de las principales firmas de análisis. Instituciones como Goldman Sachs, UBS y Wells Fargo se apresuraron a elevar sus objetivos de precio para la acción. "Nunca subestimes a Lisa Su", destacó un analista experimentado refiriéndose a la directora ejecutiva de AMD, reconociendo la maestría estratégica de la operación.
Aunque Nvidia mantiene su posición como principal proveedor de OpenAI, este acuerdo representa un golpe estratégico de primer nivel para AMD. La compañía ha optado por especializarse en cargas de trabajo de inferencia de IA, evitando así la competencia directa con Nvidia en el segmento de entrenamiento de modelos.
Perspectivas y desafíos futuros
Sin embargo, los inversores deben mantener la perspectiva adecuada: los primeros ingresos sustanciales de este megacontrato no comenzarán a materializarse hasta la segunda mitad de 2026. Este horizonte temporal exige paciencia por parte del mercado y, fundamentalmente, que AMD cumpla con las expectativas generadas.
El próximo examen importante para la compañía llegará en noviembre, cuando se publiquen los resultados trimestrales y se celebre el Financial Analyst Day. Estos eventos permitirán evaluar si el entusiasmo actual está justificado. Con la acción cotizando cerca de sus máximos históricos tras la reciente explosión alcista, las expectativas incorporadas en el precio son extraordinariamente elevadas.
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