El gigante tecnológico Amazon ha decidido responder con contundencia en la carrera por la inteligencia artificial. Tras un periodo marcado por la volatilidad, la compañía anuncia una ofensiva sin precedentes que podría cambiar las reglas del juego. Con una inversión que ha sorprendido al mercado y el respaldo de analistas, muchos se preguntan si estamos ante la chispa que necesita el valor para iniciar su despegue.
Una apuesta estratégica sin igual
La división cloud de Amazon, AWS, ha comunicado este lunes un despliegue financiero extraordinario: 50.000 millones de dólares destinados a expandir masivamente su infraestructura de computación de alto rendimiento e inteligencia artificial. El detalle que marca la diferencia es que estas nuevas capacidades estarán reservadas en exclusiva para clientes gubernamentales de Estados Unidos.
Se trata de uno de los proyectos de infraestructura cloud más ambiciosos jamás concebidos para el sector público. A partir de 2026, la empresa construirá nuevos centros de datos que proporcionarán a las agencias federales acceso directo a todo el ecosistema de IA de AWS. Esto incluye desde sus chips propios Trainium hasta los modelos "Claude" desarrollados por su partner Anthropic.
Matt Garman, CEO de AWS, ha calificado esta movida como estratégicamente crucial para eliminar barreras tecnológicas gubernamentales y consolidar el liderazgo estadounidense en la era de la IA. Sin embargo, el trasfondo competitivo es innegable: Amazon fortalece su posición como aliado indispensable para más de 11.000 organismos oficiales, creando al mismo tiempo una barrera defensiva frente a rivales como Microsoft y Google.
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El optimismo se instala en Wall Street
Esta demostración de fuerza ha encontrado eco inmediato en la comunidad financiera. Nick Jones, analista de BNP Paribas, ha aprovechado el anuncio para emitir una contundente recomendación de compra. El experto ha calificado la acción con "Outperform" y establecido un precio objetivo que implica una revalorización potencial superior al 40%.
Para Jones, Amazon se consolida como la opción preferente dentro del sector del comercio electrónico. Su argumentación se sustenta en la combinación de su capacidad de escalamiento masivo, su red logística insuperable y su dominio en el negocio cloud. Estas ventajas, según el analista, posicionan excepcionalmente bien a la compañía, incluso ante quienes temen que pudiera quedar rezagada en la contienda de la inteligencia artificial. La habilidad para defender cuotas de mercado dominantes tanto en retail como en servicios cloud representa, en su opinión, el atributo de calidad más determinante.
En busca del punto de inflexión
Un impulso alcista sería recibido con entusiasmo por los accionistas. El valor continúa lidiando con una tendencia bajista más amplia y acumula una caída de aproximadamente el 9% desde que comenzó el año. En estos momentos, la cotización ronda los 195 euros, situándose muy por debajo de su máximo anual de 233 euros.
La conjunción del megacontrato gubernamental y el renovado optimismo analítico podría estar sentando las bases para la tan esperada recuperación. Amazon está enviando un mensaje claro: no duda en incrementar sustancialmente el gasto en inversiones—ya ha elevado su previsión para 2025 hasta los 125.000 millones de dólares—con el objetivo de no ceder su posición de liderazgo a largo plazo. El éxito de esta ambiciosa apuesta comenzará a evaluarse cuando, en 2026, se inicien las obras de los nuevos centros de datos.
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