Mientras numerosas entidades financieras aún lidian con las secuelas del cambio en el ciclo de tipos de interés, el gigante bancario español Banco Santander ha decidido pasar al ataque. La entidad está ejecutando un ambicioso programa de recompra de acciones por valor de miles de millones de euros, una maniobra que no solo exhibe su solidez, sino que emite un contundente mensaje a los mercados: su apuesta por el valor intrínseco de la compañía es firme y decidida.

Una estrategia de recompras que gana intensidad
El programa de recompra de acciones propias ha entrado en una fase de notable aceleración. Los datos más recientes confirman que, con fecha de 3 de septiembre de 2025, la entidad ya había readquirido 5,4 millones de títulos, desembolsando para ello más de 341 millones de euros. Esta cifra representa aproximadamente un 20% del volumen total previsto inicialmente para la iniciativa.
La contundencia de las operaciones es significativa. Tan solo en la sesión del 2 de septiembre, el banco realizó dos adquisiciones masivas, sumando un total de 2 millones de acciones a un precio medio de 8,08 euros por título. Este impulso forma parte de una tendencia más amplia: desde el año 2021, Santander ha recomprado alrededor de un 14,4% de su capital en circulación, reforzando así su compromiso con la creación de valor para el accionista y la retribución al capital.
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Una presencia decisiva en los mercados de deuda
La actividad estratégica de la entidad no se limita a la autocartera. Recientemente, Santander ha ejercido un papel protagonista en una operación de gran envergadura llevada a cabo por la República de Colombia para recomprar parte de su deuda soberana. La entidad financiera se posicionó como uno de los mayores adquirentes, asumiendo bonos con un valor nominal superior a los mil millones de dólares estadounidenses.
La transacción global alcanzó un volumen nominal de aproximadamente 5.400 millones de dólares, con un precio de compra total en torno a los 4.600 millones. Esta participación subraya la relevancia de Santander como un actor de peso en los mercados internacionales de deuda, una faceta que trasciende con creces su tradicional negocio minorista.
Un mensaje de confianza en un entorno volátil
Estos movimientos no son casuales. En un contexto marcado por la incertidumbre, el banco está enviando un poderoso mensaje de fortaleza financiera y claridad estratégica. La decisión de destinar una ingente cantidad de capital propio a la recompra de acciones transmite una conclusión inequívoca: la dirección considera que la valoración bursátil actual es atractiva y confía en el potencial de generación de valor a largo plazo.
La incógnita que se plantean ahora los inversores es si estas medidas de política de capital serán suficientes para consolidar la tendencia alcista de la acción. Los datos recientes invitan a la prudente esperanza: desde comienzos del ejercicio, el título se ha revalorizado más de un 85%, cotizando en fechas recientes muy cerca de sus máximos anuales.
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